Entra en ti y descubre tu verdadero deseo, es la primera salida que tienes de esos tres bloqueos acumulados.
Entra a tu interior y busca cuál es tu verdadero deseo, independientemente de que no cumpla con las expectativas de otros.
Eres un Dios vivo en Presencia Yo Soy. Puedes crear lo que quieras en tu vida. Asimismo, eres un ser libre.
Entonces, lo primero que debes hacer es entrar en tu interior para reconocer cuál es tu verdadero deseo.
Hazlo sin estrés, fluyendo hacia un estado de transición. No te preocupes, no hace falta tomar decisiones apresuradas.
Cuando fluyes y vives en la Presencia Yo Soy, estableciendo metas a través de ella, no hay que apurarse a tomar decisiones.
Esto lo digo por experiencia propia, abandoné una meta profesional importante, que era ejercer la abogacía.
Cursé la carrera de Derecho en Argentina, homologué mis estudios en España, y terminé una maestría y un doctorado.
Estaba bien encaminada en mi profesión como abogada y la ejercía con éxito. Nunca me pregunté si debía dejar la abogacía o no. Nunca lo pensé. Simplemente entré en el flujo de mi Presencia Yo Soy y seguí los verdaderos deseos de mi alma.
Empecé a entrar en mi mundo interior y a reconocer mi Presencia Yo Soy. Empecé a caminar con mi Presencia Yo Soy y a establecer metas.
Mi primera meta y el principal deseo de mi alma era la libertad. El dominio sobre todas las cosas a través de mi mente, que es el motor de mi creación, para conseguirlo tuve que aprender a entrar a mi interior, hacer uso de mi Presencia Yo Soy y a no resistirme a todo lo que venía.
Vinieron muchas pruebas y turbulencias, pero no me rendí ni me resistí. De pronto, en un momento dado miré para atrás y la abogacía había desaparecido de mi mente. Se cerró una realidad en la que era abogada y muy aplicada por cierto, porque me gusta mucho estudiar. Soy un ratón de biblioteca.
¿Qué hice? Entré en mi mundo interior. Aprendí a desapegarme y fluir. Nunca pensé: “¿Dejaré de ejercer la abogacía?”, simplemente no me di cuenta cuando la abogacía me dejó.
Cuando fluyes acorde a los deseos de tu alma, no tomas decisiones. ¿Por qué? Porque cuando pones a trabajar a la Presencia Yo Soy, el Universo, es quien decide, dentro de las infinitas posibilidades, cuál es la mejor forma de traerte eso que tanto quieres.
Yo descubrí el deseo de mi alma y resultó ser incompatible con la abogacía.
Una vez que descubres ese deseo, debes dar el siguiente paso, que es ser un maestro de tu Presencia Yo Soy y dejar que dicho deseo se vaya cumpliendo en ti.