La difícil situación económica que vive el país impacta especialmente en los sectores más vulnerables y en la parroquia Jesús Misericordioso, la más grande de la Diócesis de Posadas, lo viven a diario, especialmente en los merenderos de la zona a los que asiste y es por ello que para paliar las necesidades llevarán adelante el próximo sábado 13 la obra teatral “Por esa maldita droga”, donde los asistentes podrán colaborar con un alimento no perecedero que será destinado para la elaboración de la merienda.
El párroco Gervasio Silva, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “la iniciativa es conjunto con la gente del Foro de Seguridad de la Comisaría Seccional Novena, a cargo de la señora Mariana Saracho. No es la primera vez que hacemos una actividad de este tipo porque el foro de seguridad tiene una presencia muy activa, solidaria y conocen muy bien la situación de los merenderos de la parroquia. En otras oportunidades hicimos actividades solidarias para juntar mercadería para los merenderos”.
Agregó que “precisamente Mariana Saracho viene trabajando con un par de obras teatrales con temáticas relacionadas a la seguridad, a la violencia de género y ahora nos llegó esta propuesta de hacer la presentación en la parroquia de la obra ‘Por esa maldita droga’ con un carácter solidario. Será el próximo sábado a las 20 a beneficio de los merenderos de la parroquia. Y en lugar de cobrar una entrada en dinero les pedimos a las personas que asistan que lleven un alimento no perecedero, sobre todo lo que se utiliza en una merienda”.
El padre Silva recordó que “tenemos merenderos en nuestra parroquia pero también asistimos a algunos comedores que utilizan todo tipo de alimentos no perecederos”.
Merma y crecimiento
Por otro lado, el párroco remarcó que “estamos viviendo una situación difícil y nos está costando conseguir harina y aceite, principalmente. Incluso juntamos la plata con la gente del merendero y vamos a querer comprar a los supermercados más grandes para conseguir mejor precio pero nos encontramos con el faltante por unos días. Es por eso que nos viene bien la colaboración de la gente porque hay productos que a veces no conseguimos”.
El padre Silva también apuntó que “no aumentó la demanda en los merenderos porque volvieron las clases, principalmente, pero sí acá en la secretaría parroquial de muchas personas, que es una clara señal que se va complicando la situación porque vienen a solicitarnos alimentos no perecederos, son madres o padres que vienen con esa necesidad, te dicen que este mes no pudieron trabajar y no les alcanzó para comprar lo básico de los alimentos. Entonces tratamos de darle una mano”.
Además, el sacerdote dijo que “siempre teníamos algo para asistir a la gente que nos pedía algún alimento pero ahora, desde hace una semana y media que no tenemos nada, es por eso que empezamos a movilizarnos”.