La continua suba de costos, sumada a las bajas productivas por el clima que afecta las producciones regionales, desde principios de año complicaron la situación de esas economías. Para hacer frente a estas circunstancias, los productores buscan amortiguar estos efectos con cambios en los planteos para ahorrar insumos y llegar al momento de cosecha o de la faena lo mejor posible.
En tanto, de acuerdo con el Semáforo de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada, los precios corren a la par de la inflación y los costos se ubican en 20 puntos por encima del 2021. En resumen, sigue siendo un momento delicado para las producciones regionales.
Este conjunto de factores impide que las producciones regionales aprovechen los buenos precios que se pagan por varios de sus productos, por los problemas derivados de las restricciones a las importaciones impuestas por el Gobierno nacional. A ello se suma la falta de mano de obra o el impacto de la sequía que afectó a varias zonas productivas. En ese contexto y de acuerdo con el semáforo de las producciones de Coninagro, la lechería, la producción de mandioca, de yerba mate y la industria forestal se ven afectadas de distinta manera por estas situaciones.
Al respecto, Manfredo Seifert, productor cooperativo de Misiones y consejero de Coninagro advirtió que con las anunciadas restricciones a las importaciones, el sector de la producción forestal está “corriendo serios riesgos en determinadas industrias que requieren insumos importados para sus procesos de agregado de valor”.
“Hay industrias que están anticipando vacaciones por falta de insumos y si esto no se corrige a tiempo vendrán las suspensiones de personal”, alertó Seifert.
En el caso de la producción yerbatera, afectada también por el déficit hídrico durante el verano, se suma la falta de mano de obra que “impacta fuertemente en la actividad atrasando la cosecha”, señaló el productor cooperativo.
“Estamos corriendo el riesgo de que no se levante toda la producción y mientras el Estado siga con esta política de pagarle a la gente para que no trabaje, las economías regionales que tenemos mano de obra intensiva vamos a seguir teniendo problemas”.
Si bien el sector está reaccionando de “forma muy acelerada” introduciendo tecnología en los procesos para mitigar la falta de mano de obra, “lamentablemente la demanda de cosechadoras es más alta que la capacidad de la industria metalmecánica para producirlas”, razonó.
La mandioca es otro sector productivo que a pesar de contar con buenos precios afronta “serios problemas con la producción cosechada” por efecto de la sequía reinante que provocó que “cayeran fuertemente la productividad y los cultivos”, indicó Seifert en Noticias Agropecuarias.
En esa dirección, a los problemas descritos, se suma también la dificultad para conseguir mano de obra lo que genera un “atraso muy importante en la cosecha y que va a impactar próximamente en el precio del almidón de mandioca en el mercado”, anticipó.
Lechería en advertencia
Una situación similar es la que atraviesa el sector lechero, que “está con muchos problemas para conseguir y costear insumos como cubiertas, chips para el manejo de los sistemas de pulsado, fertilizantes y semillas ya sea porque no se consiguen o porque las empresas no están queriendo vender”, describió Javier De la Peña, miembro del Foro de Lechería de Coninagro.
“El otro problema es que la producción láctea está siguiendo los costos de la inflación, aunque los costos internos de lo que usamos para producirla están muy por encima de la inflación”, lamentó.
De manera adicional, De la Peña señaló que las vacas “no están haciendo picos de producción y esto se debe a la mala calidad de las reservas que tenemos por la mala calidad de los maíces de primera”.