Luego de ser la única EPET en Misiones elegida entre cientos de proyectos nacionales para participar en el certamen CANSAT para la construcción de un satélite, la EPET 18 pasó a la etapa final y quedó elegida entre los mejores proyectos del país y el único representante del NEA.
Esto generó enorme felicidad en los alumnos responsables del “Ar Arsat” (como se denomina el satélite), que ahora pasó a la instancia final del certamen y recibirá kits y presupuesto para construir el mismo.
En ese marco, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, María Fernanda Lenguaza, directora de la EPET 18, indicó lo que significa este logro para los alumnos de quinto año que conforman el proyecto.
“Los chicos están muy emocionados porque fueron nuevamente elegidos entre más de 800 proyectos, la verdad es una forma de proyectar la educación. Son todos alumnos que se merecen el logro porque se piensan dedicar y estudiar cuestiones relacionadas a la ingeniería mecatrónica, industrial y aeroespacial, entre otras”, indicó la Directora.
A su vez, explicó que es un logro por partida doble porque aunque la EPET 18 no cuenta con un espacio adecuado para el taller, las limitantes espaciales y económicas no fueron un impedimento para seguir y avanzar en el concurso.
El concurso y el proyecto
El certamen CANSAT es una iniciativa internacional, impulsada por varias y prestigiosas agencias espaciales del mundo, entre ellas: la NASA (Estados Unidos) y ESA (Europa), en la cual se proponía a los estudiantes idear un proyecto de satélite y luego, de quedar seleccionados, construirlo con una carga útil, cuyo tamaño no supere al de una lata de gaseosa y lanzarla en un cohete hasta una altitud aproximada de un kilómetro. De allí, el término CAN (lata) y SAT (satélite), por sus siglas en inglés.
“En la primera etapa fueron 800 trabajos y cerca de 4.000 alumnos secundarios inscriptos de todo el país; de esa selección quedaron 470, de esos 70 y ahora somos 24 los que pasamos a la final y que recibiremos los kits CANSAT para armar el satélite”, explicó a este Diario el docente del área de Desarrollo Tecnológico, responsable del proyecto Edgardo Doberstein.
A su vez, los trabajos son elegidos por la Comisión Nacional de Asuntos Espaciales (CONAE) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y quien resulte ganador podrá enviar su satélite al espacio.
En cuanto al proyecto de la EPET 18, que los hizo dignos de pasar a la final entre cientos de trabajos, consta de una simulación de inseminación de nubes con yoduro de plata, bajo el sistema CLAG (control de lucha antigranizo) para el control de granizo y la niebla, una temática inspirada en la gran variación climática de la provincia.
En dicho proyecto roles se dividen de forma pareja y cada alumno tiene una función específica: uno es el líder, otro está en la parte mecánica, otro en la parte de software, otro en hardware, y una vez que realicen el satélite con el kit de electrónica básica y el presupuesto que envíe la CONAE, deberán agregarle los elementos que diseñaron en el proyecto inicial.
En el caso de la EPET 18, una de las funciones que agregarán y que aporta originalidad al proyecto es un módulo de posicionamiento por GPS que envía, vía mensaje de texto, unas coordenadas para saber la ubicación del satélite.
Los alumnos responsables del proyecto son Esteban Adrián Hartmann, Javier Espínola, Durks Claudio Emanuel, Vaz Santiago Raúl, Simón Fabricio,
Villalba Luciana Soledad Anahí, Araque Lautaro y Priscila Indalencio.
4.200
los alumnos secundarios de todo el país que se inscribieron en el certamen. La EPET 18 fue la única misionera y llegó a la final.
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