Mientras Michael Natanahel Verón batalla por sobrevivir a las graves lesiones en la columna, que lo tienen paralizado desde la nuca hasta los pies, sus pulmones presentaron ayer un cuadro de neumonía por lo que su evolución y nueva chance de intervención quirúrgica se demoraron y el día previsto, mañana, podría posponerse.

El suboficial del Ejército Argentino fue arrojado a una pileta vacía del regimiento de Apóstoles en un supuesto ritual de iniciación que sus jefes le habrían obligado a cumplir junto a otro cuatro ascendidos.
En cuanto a estos jóvenes, quienes son clave para el esclarecimiento de lo sucedido, fueron trasladados al Regimiento de Monte 12 de Posadas como nuevo destino de tareas y a la espera que puedan declarar ante la Justicia Federal y detallar “el bautismo” como parte del festejo por haber culminado el curso y recibirse de cabos de la fuerza de seguridad.
Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, estos cuatro militares también fueron arrojados a la pileta, tras ser forzados a tomar chimichurri del asado, entre otros repudiables “eventos iniciáticos” que tendrían por costumbre desplegarse en las recepciones de soldados.
Otras voces en torno al estado de internación de “Michel” Verón, manifestaron ayer que hay preocupación por la neumonía que se le detectó y que complicó un pulmón a la víctima. Se baraja que esta infección puede ser una reacción a haber ingerido restos de agua podrida de la pileta del casino del regimiento de Apóstoles el pasado viernes 8 de julio.
Verón permanece en terapia intensiva, conectado a un respirador artificial y sedado. No se lo despierta, entre otros motivos, porque su cuerpo no emite reacción desde el cuello hasta los pies y esto se vincula con la médula espinal rota o severamente dañada por las vértebras que se le fracturaron al caer a la pileta prácticamente vacía.
Se aguarda que evolucione de la neumonía y pueda ser operado nuevamente de la columna para injertarle dos prótesis que lo ayuden a reconstruir su columna. En cuanto a las posibilidades de volver a caminar, fueron descartadas en las estimaciones galenas. Lo que intentarán como objetivo próximo y central será recobrar el tronco y extremidades superiores y poder, con la debida rehabilitación, sentarse y recobrar fuerza.
Desde el sábado pasado, “Michel” permanece alojado en un sanatorio privado de la calle San Luis y avenida Mitre de Posadas. Sus padres, hijo, esposa, demás familiares y amigos en tanto, rezan en las escaleras de la clínica para que recupere la salud.