¿Hasta qué punto las personas necesitan el contacto físico, tocarse, besarse, abrazarse para su estabilidad emocional?
Según especialistas, es tan importante que puede alterar incluso el crecimiento físico y mental de un bebé. Este fenómeno, que se conoce como hospitalismo, “puede hacer que, aunque los niños estén bien atendidos desde el punto de vista de la salud, al faltarles el cariño diario de sus seres queridos, presenten cierto retraso psicomotor y sean inmaduros, inseguros, apáticos”.
El ser humano necesita el contacto físico para desarrollarse con normalidad y sentirse bien, porque esto significa que tiene cariño, amor y aceptación de los demás. Pero el cariño de la gente que le importa. No debemos confundir con el beso social que damos cuando nos presentan a alguien que apenas conocemos, hablamos de los besos, abrazos y caricias de las personas que para nosotros son más importantes.
Todas las personas lo necesitamos. Basta con observar la serenidad que siente un bebé al ser abrazado.
Las vitaminas A, B, C abrazos, besos y caricias son tan necesarias que no hay excusas para no tomarlas, no se vencen, son gratuitas y fáciles de dar.
El abrazo nos ayuda a sentirnos amados, mirados y el bienestar es para el que recibe y lo da, muchas veces cuando no sabemos qué expresar, ¡el abrazo lo dice todo!
Si hay algo que no lo alimenta son los prejuicios, hoy recibí el abrazo de Hilda, una señora que salió de estar privada de su libertad y cada vez que lo recibo siento todo su agradecimiento y amor.
El prejuicio hace que cada vez nos alejemos más, incluso con nuestra familia, frases como “ya sos grande”, “puede confundirse si lo abrazo” o “qué van a pensar”, hacen que muchas veces dejemos de encontrarnos, de mirarnos como seres humanos.
Hoy podemos pensar, ¿hace cuánto que no recibo un abrazo, una caricia, una mirada? De esas que nos dan energía para seguir. Esos mimos que nos dan fuerzas para volver a confiar y a ¡tener fe!
¿Qué prejuicio nos separa de estar más cerca y demostrar cariño a los que amamos?
Y si lo estás necesitando pedí a quien ames, podes decir: “necesito un abrazo tuyo y esperarlo ¡sin miedo!”. Que Dios los bendiga.