Empresas grandes, medianas y las PyME que dependen de la importación para producir, ya se están preparando para adelantar vacaciones, implementar suspensiones o incluso despidos, ya sea mediante un procedimiento preventivo de crisis que les permita pagar 50% de la indemnización o pagando un extra para hacerlo por “acuerdo”.
Silvia Tedin, de SMS Argentina, también reconoció que “hay empresas repensando sus operaciones en Argentina en esta semana. Están complicadas tanto empresas grandes y medianas como PyME, porque las fábricas tuvieron pocas aprobaciones para importar esta semana que termina. Hay mucha incertidumbre”.
Muchos asesores de empresas que hablaron con iProfesional prefirieron que no apareciera su nombre para no comprometer a los clientes.
Sin embargo, adelantaron, por ejemplo, que “hay algunas compañías que están analizando dar vacaciones anticipadas, aunque todavía no tengo ninguna que lo haya instrumentado”, según dijo un contador de un estudio corresponsal de una consultora internacional mediana.
Un experto de un estudio grande local relató: “Ya tuve un caso en el que nos preguntaron por las suspensiones art 221 bis (consensuadas con el gremio), pues están teniendo faltante de insumos y se les interrumpe la cadena de producción”.
Otro CEO de un estudio local mediano dijo que “está todo muy complicado. Tengo cuatro empresas que están paradas, porque no pueden pagar a los proveedores del exterior por el cepo”, y puntualizó que se trata de compañías que venden insumos para fábricas de químicos y siderúrgicas, entre otras.
Solana De Diego, del Estudio De Diego, consideró que “es probable que las compañías utilicen esas medidas para sobrellevar la situación y en casos extremos puede que se vayan del país”. Otro consultor dijo al respecto que hay empresas que están armando sociedades en Uruguay.
“Por la obligación de financiar a 180 días los pagos de las importaciones, las empresas a las que sus proveedores del exterior les piden que paguen en 45 o 60 días, deberían hacerlo con sus propias divisas o con contado con liquidación, a $300”, explicó ese contador, y precisó que “no quieren porque ese precio de reposición es imposible, y paran la producción”.
“Esas empresas ya se preparan para, cuando se les acabe el flujo de dinero que todavía tienen por el stock, presentar procedimientos preventivos de crisis en el Ministerio de Trabajo y despedir”, advirtió.
“Los clientes han venido haciendo planteos, porque el tema estaba dando vueltas desde hace un tiempo a raíz de que los faltantes ya vienen sucediendo”, sostuvo Lucas Tamagno, del estudio Allende & Brea.
“La pregunta de los empresarios se orienta a si es posible pagar una indemnización reducida al 50% del rubro indemnización por antigüedad, y si bien existen fundamentos para poder hacerlo, porque se podría aducir fuerza mayor, la Justicia del Trabajo no hace lugar”, alertó.
“Además de advertir esta dificultad judicial, vemos que se suman los inconvenientes que genera hacer la presentación de un procedimiento preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo por el condimento político”, subrayó.
Por su parte, Carolina Piatti, del estudio Bruchou, Fernández Madero & Lombardi, aclaró que “no hemos recibido ninguna consulta hasta el momento”.
Pero aclaró que “atento a que ya no está vigente la prohibición de despedir y el recargo indemnizatorio no rige a partir del día 1 de este mes, podrán desvincular gente por despido o bien a través de “mutuos acuerdos” o “renuncias” negociadas, contra el pago en los dos últimos casos de gratificaciones extraordinarias por egreso.
Hernán Cuenca Martínez, de PwC Argentina, afirmó que “la Ley de Contrato de Trabajo señala que es justa causa para la suspensión del contrato, la falta o disminución del trabajo no imputable al empleador no pudiendo su plazo exceder de 30 días en 1 año contado a partir de la primera suspensión”.
Pero advirtió que “la aplicación de medidas de esta naturaleza, dependerá de la evolución del negocio en cada industria y podrían presuponer conflictividad sindical”.
Diferencias entre los casos
Tedin indicó que, de todos modos, “muchas empresas tienen stock para un par de meses, pero si esto no tiene un horizonte de apertura puede complicar el cuarto trimestre”.
También para César Litivin, de Lisicki, Litvin & Asoc, si el cepo se mantiene más de 2 meses, va a empezar a complicarse más la situación laboral, porque se complica la cadena de insumos.
Por otra parte, la situación no es general. El contador de un estudio local de auditoría e impuestos contó que las empresas que están vinculadas al mercado interno están muy bien, por la fiebre de compras de estos días, cuando la gente huye de los pesos, así como el campo, los autopartistas o la marroquinería.
El tributarista Hernán D’Agostino también habló de fábricas que tienen stock y están abarrotadas de importados, como los laboratorios y las alimenticias.
Guillermo Pérez, CEO del Grupo GNP también consideró que existe la posibilidad de que se complique el mercado laboral, si efectivamente las fábricas no llegan a tener acceso a insumos.
Fernando Marengo, economista jefe de Arriazu Macroanalistas, dijo que las consecuencias del cepo a las importaciones se dan por dos vías:
1. La falta de importaciones desaprovisiona a la economía: con lo cual se complica la producción de diferentes bienes en general. Sin embargo, el principal impacto es sobre expectativas.
2. Al no saber el costo de reposición, y ni siquiera su posibilidad, muchas empresas que tienen stock prefieren retirarse de la comercialización: con lo cual las consecuencias son mucho más severas.Pensar que, por limitar las importaciones de un bien particular, me ahorro reservas no tiene en cuenta el impacto de las regulaciones sobre las expectativas que son en definitiva las que determinan que le pasa a la economía, concluyó Marengo.
El BCRA con las reservas en rojo
Las reservas netas líquidas del Banco Central serían negativas en unos USD 3.100 millones, si no fuera por el aporte realizado por el FMI en su moneda, los Derechos Especiales de Giro (DEG).
El número, que refleja la debilidad de la autoridad monetaria para hacer frente a la corrida cambiaria, fue realizado por la consultora Quantum, dirigida por el exsecretario de Finanzas Daniel Marx.
El reporte estimó las reservas en US$ 3.141 millones negativos y advierte que el Central está usando los “encajes” de los depósitos en dólares.
Pero a la vez, destaca la “solidez” de esos depósitos en el sistema bancario. El estado real de las reservas es un secreto de Estado que el BCRA se esmera en mantener bajo siete llaves.
Para la consultora Quantum, la situación es “compleja”, un escenario que se agravó en la última semana.
Fuente: iprofesional.com