Dos reportes volvieron a reducir el cálculo de siembra del cereal: el semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y el mensual del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
En el caso de la entidad porteña, volvió a achicar su perspectiva, por tercera ocasión en menos de un mes, recordando que a comienzos de mayo ubicó el área en 6,6 millones de hectáreas. Tres semanas después, redujo la cifra a 6,5 millones. Siete días más tarde, volvió a achicarla a 6,4 millones. Ahora, restó otras 100.000 hectáreas, para situar la superficie en 6,3 millones de hectáreas.
En comparación con el año pasado, significa entonces una pérdida de 400.000 hectáreas o el 6%, que aún puede seguir profundizándose si las precipitaciones permanecen ausentes.
Por regiones
Según el informe, esta reducción se da en Córdoba y en el Noreste Argentino (NEA), zonas que se encuentran próximas a concluir la ventana de siembra.
Puntualmente en Córdoba, que fue en los últimos años la segunda provincia productora del país, la Bolsa de Cereales de esa provincia estima una baja interanual del 20%. Por primera vez en siete años, la superficie estaría por debajo del millón de hectáreas.
Pero más grave es la situación en el noroeste, donde ya se dio por finalizada la siembra, con una baja del 44% en relación a la campaña pasada.
“En paralelo, sobre el oeste de Santa Fe y norte de Buenos Aires, la falta de humedad continúa demorando la incorporación de lotes a la espera de precipitaciones que mejoren el escenario y permitan destrabar el avance de las labores”, según remarcó el reporte.
Al respecto, un dato clave adicional es que, a escala nacional, ya implantado el 61,9% de la superficie proyectada, hay una demora interanual de 9 puntos porcentuales debido a la escasez hídrica.
Y otro factor para tener en cuenta es que muchos de los lotes implantados ya muestran síntomas de estrés: “Los lotes correspondientes a siembras tempranas informan emergencias desuniformes y coloración rojiza en las primeras hojas como consecuencia de las bajas temperaturas y la baja oferta de agua”, indicó el Panorama Agrícola Semanal (PAS).
Se acabó el optimismo
Por su parte, el Gobierno nacional, hace un mes era el único “optimista” en relación al trigo, debido a que pronosticaba un área de 6,75 millones de hectáreas, la misma que en el ciclo pasado.
Sin embargo, el clima le dio un golpe de realidad. En el informe mensual de estimaciones agrícolas publicado días atrás, redujo en 300.000 hectáreas o 4,4% esa proyección, ubicándola ahora en 6,45 millones de hectáreas.