La gente busca y espera de la vida algo más que un sueldo justo y un trabajo ordinario. La gente en realidad busca “ese extra” en cualquier trabajo para sentirse extraordinario, pleno, vivo. Ese “extra” es tan poderoso que inclusive hay muchas personas que ponen el sueldo, en segundo plano por el amor o pasión por lo que hacen ya que el éxito personal supera en creces al éxito económico.
Para las personas que trabajan en una rutina con horario de oficina de corrido de 8am a 6pm, es donde ese “algo más” o ese “extra” viene a pisar fuerte en el camino. Las personas requieren y necesitan de un significado y propósito en sus vidas, con el objetivo de sentirse parte de una visión más amplia, contribuyendo a la realización de ese ideal.
Todos tenemos sueños, un proyecto, un cambio de carrera, de dieta, de estilo de vida, aprender algo nuevo. Soñar es fácil, pero no cambia vidas, es el “hacer” el que verdaderamente las cambia. Para “hacer” se tiene que aplicar sólo un ingrediente: la acción.
Cualquier sueño sin acción, es pura ilusión. Para mantener al sueño vivo se necesita del ingrediente número dos: el Compromiso, que es la lealtad al sueño, si no eres leal a tu palabra o a lo que dices que harás, el sueño se deteriora. Finalmente para que el sueño tenga resultados de calidad tiene que tener: el tiempo de calidad. No se necesita un tiempo escaso o pobre sino un tiempo de calidad y efectivo, que se pueda aprovechar productivamente con la acción y seguir persiguiendo los objetivos.
Tener un sueño, sea personal o profesional, grande o pequeño es algo maravilloso porque nos eleva como personas, nos inspira a creer que podemos ser los protagonistas o generadores de un cambio trascendental, dándole un mayor y verdadero significado a nuestra vida. En efecto, éste sueño nos regala un propósito de vida.
Sin embargo sin un real compromiso, un tiempo pobre y una acción nula, el sueño se minimiza y se convierte en un dolor o en una pesadez que, de tan sólo pensarlo, en vez de sentir alegría, se transforma en una pesadilla, en frustración.
La palabra es tu garantía, la acción tu carta de presentación y el éxito es la envoltura del sacrificio.
Los verdaderos soñadores son los hacedores de realidades porque las crean, le ponen acción y energía a lo que hacen y hacen todo lo que tienen que hacer para alcanzar sus sueños, sin excusas. Son los hacedores los que ponen en marcha el motor del carro, lo activan y preparan el encuentro mágico entre la imaginación y la realidad, fusión clave para aterrizar el sueño.
Y recuerda que el compromiso empieza en el corazón.
Algunas personas quieren que todo sea perfecto antes de comprometerse con algo, sin embargo, el compromiso siempre precede a la acción.
Michael Jordan, leyenda de la NBA explica que «el corazón es lo que separa lo bueno de lo grande».
El compromiso es aquella promesa de amor que nos presiona, nos levanta, nos motiva, no importa cuántas veces nos hayan dicho que no. Es muy lindo hablar de compromiso y otra muy diferente es hacer algo en cuanto a esto. La única medida real del compromiso es la acción.