Las Siete Leyes Herméticas o Principios Universales son las leyes según las cuales funciona el universo y dado que somos parte del universo, también funcionan para nosotros. ¡Nos guste o no! Son como una guía espiritual interna que nos ayuda a mantener nuestro centro y a ser consciente de que siempre y en todo momento hay un Poder Divino que llevamos dentro.
Todo lo que existe es energía. De acuerdo a las diferentes densidades, percibimos esta energía de manera diferente. Estas leyes siempre existen y funcionan en todo momento, no importa si actuamos en armonía con ellas o no, sin embargo sentimos cuando algo está fuera de balance.
Las leyes corren en paralelo, si ignoramos una ley, ignoramos todas las demás. No podemos cambiar estas leyes universales ni anularlas. Entonces, la única pregunta es si somos conscientes de que existen y en qué medida estamos moldeando nuestras vidas de acuerdo a ellas.
Si las ignoramos nos quitamos poder al pensar que las respuestas a todo lo que no entendemos en este mundo están fuera de nosotros, pensando que somos impotentes, pero cuando creamos conscientemente en armonía con esta fuerza universal, creamos magia en nuestras vidas.
Cuanto más comencemos a actuar de acuerdo con estas leyes universales, más fácil podremos reconocer las conexiones, manifestar las cosas que realmente deseamos y usar nuestro poder creativo.
Las dos primeras leyes
1. La Ley del Mentalismo
La primera ley universal establece que todo es conciencia, todo es mente. Todo lo que ves a tu alrededor era inicialmente un pensamiento hasta que se convirtió en un resultado visible como energía condensada. Todo tiene su origen en el mundo invisible y mental. Esta ley también se conoce como la
Ley de la Unidad Divina. Todo está conectado, principio que nos permite aplicar nuestra facultad mental para aprovechar todas las demás leyes, casi percibiendo el pensamiento como el sistema operativo que nos permite interactuar con las otras capas del ser.
Cómo usarla a tu favor: Percibimos las cosas de acuerdo a nuestros pensamientos. El mundo es como es, pero nosotros lo vemos de la manera en que pensamos, dependiendo de nuestros miedos y creencias. Las acciones hacen que nuestros pensamientos tengan una existencia física. Nuestros pensamientos y sentimientos deben de estar en armonía. Para crear cualquier cosa en tu vida, primero debes dirigir tus pensamientos. De esta manera creas tu realidad.
2. La Ley de Correspondencia
Como es arriba es abajo. Como es adentro, así fuera. Lo que existe en lo invisible, existe en lo visible. Lo que sientes y crees internamente, se manifiesta externamente.
La ley de correspondencia a menudo se conoce como la ley de atracción. Este principio propone que si quieres cambiar lo que está fuera de ti, debes enfocarte en tu interior. Recuerda: todos estamos conectados. Si nos centramos en nuestro bien mayor, traerá bien al universo y a quienes lo conforman.
Cómo usarla a tu favor: Si realmente queremos ver un cambio en nuestro mundo exterior, primero debemos cambiar nuestro mundo interior. Por ejemplo, si quieres tener más alegría y amor en tu vida, sé más alegre y expande el amor.