Ramón Valle, socio de Valle distribuciones, habló este lunes con FM 89.3 Santa María de las Misiones, sobre las fuertes pérdidas que deberá afrontar la empresa a raíz del siniestro que involucró hace tres días a un camión que transportaba aceite hacia distintos comercios de Misiones.
De acuerdo a las cifras estimadas, el producto que fue hurtado por un numeroso grupo de vecinos alcanzó la mitad de la carga, alrededor de 25 toneladas del producto valuado en 7 millones de pesos aproximadamente.
Como ni el aceite ni el camión contaban con un seguro para este tipo de casos, la empresa deberá absorber las pérdidas.
“El aceite no estaba asegurado porque no hay una empresa que brinde esa cobertura, por ejemplo desde Buenos Aires a Eldorado, por un montón de motivos y el fundamental es que podría ser blanco fácil de un robo porque se trata de mucho dinero”, explicó el hombre.
Y remarcó: “Lo que fue pérdida por la desintegración de los packs y luego todo lo que la gente se llevó, no se recupera”. Durante el accidente se perdió el 50% de la carga.
“Ni el camión estaba asegurado porque en el accidente se produjo una destrucción parcial y como la empresa Mercedes Benz asegura al vehículo nuevo sólo cuando la destrucción es total, tampoco contamos con cobertura para el camión”, comentó Valle.
“La destrucción total por un accidente es poco probable salvo que se prenda fuego, con lo cual todo lo que se destruyó del camión, también es pérdida”.
De hecho, la reparación que su empresa deberá afrontar es la adquisición de una cabina nueva, ya que por ejemplo el lado izquierdo del vehículo quedó aplanado directamente. Se perdió toda la estructura y el sistema automático del navegador, caja de cambios y demás, porque todo ello se encontraba del lado izquierdo.
“A media hora del accidente yo estuve en el lugar y si se estima la capacidad de carga del camión en 50 toneladas, lo que se perdió sería el 50%”, insistió.
“Me preocupaba el chofer”
Consultado acerca de lo que sintió mientras el camión siniestrado era víctima de un ataque tipo piraña para hurtar la carga, Valle aseguró que “el muchacho era quien más me preocupaba porque había quedado atrapado en la cabina y no había forma de sacarlo, más de dos horas trabajaron los bomberos”, recordó.
Analizó Valle: “La verdad es que soy una persona mayor y tengo un poco de experiencia en estas cuestiones, yo veía a la gente ahí y me temía que en cualquier momento atacaban, porque casualmente había visto un programa de televisión algo parecido y de esto conocemos un poco la historia”.
El empresario destacó por otra parte las acciones de la policía, por ejemplo, para poner a resguardo la recaudación que se encontraba en la cabina siniestrada como precaución para evitar su robo.
“Cuando vi que las personas se abalanzaron me puse a un costado mientras me sentía impotente por las pérdidas y como comerciante se hace inevitable empezar a calcular cómo se puede recuperar lo que se están llevando”, apuntó.
“La Policía atinó a tratar de salvar y menos mal que lo hizo, pero hay que calcular que vinieron unas 250 personas en malón y a las corridas. No había como frenarlas, era imposible, la policía hizo lo que pudo en los dos ataques que hubo, tanto desde el lado del río como del barrio de la zona donde ocurrió el accidente”, fue el relato de Valle.
Y confió que una vez que la Policía se agrupó para contener a los saqueadores recién fue posible impedir que se llevaran el resto de la mercadería.
Dijo Valle. “Estamos muy agradecidos con las instituciones que participaron en el hecho: bomberos, enfermeros, camilleros, médicos y policías para ayudar al chofer, que era lo más desesperante porque tenía los pies atrapados y hubo que deformar la cabina para poder retirarlo en un procedimiento que duró más de dos horas”.
A los pocos minutos de haber sido retirado y llevado en la ambulancia comenzó el saqueo.
Difícil stockeo
Lo ocurrido a la empresa se da en un contexto en el cual el producto se encuentra en faltante en el mercado, porque lo que no se envía al exterior se guarda y son mucho menores la posibilidad de acceder a un elevado número de stock al instante.
“Hace rato que el aceite es uno de los productos más complicados de conseguir, y más allá de eso también es muy caro. Hoy ese producto tiene un precio sobrevaluado y ahí ya entramos en otra cuestión”, sostuvo.
El hombre explicó que intentar reponer una carga similar es muy complicado para la empresa.
“Todos los días hablamos y palpamos la inflación y esto lo vamos a sufrir”, aseguró. No obstante, el hombre trató de consolarse a sí mismo y aseguró que “hay que tratar de salir adelante”.
“Si me pongo a pensar en lo que llevó la gente, sí, indigna, pero uno como emprendedor ya va pensando en cómo vamos a hacer mañana para reponernos”.
“Gracias a Dios y al accionar oportuno de la policía de la Seccional V, la importante cantidad de dinero que había en la recaudación se pudo recuperar, así como otros elementos personales que estaban dentro de la cabina del chofer. Por ese lado, se recuperó ese dinero”.
Sobre el duro impacto que generó en la empresa el accidente, Valle afirmó que de todas maneras la empresa puede continuar trabajando. “Es un traspié, sin duda alguna, pero se cuentan con otros tres camiones y vamos a ir organizando a los choferes”, finalizó.
Afrontar las pérdidas
Otro aspecto del mismo conflicto es que los comercios que esperaban el producto para abastecer sus góndolas quedaron desabastecidos. “Esa es una de las partes más complicadas porque los comercios del interior estaban esperando la entrega para vender ese aceite”, explicó Ramón a la radio de PRIMERA EDICIÓN ya que todo el producto que se encontraba en el vehículo siniestrado “estaba bajo compromiso”.
“Había varios supermercados posadeños y algunos a lo largo de la ruta 12 que estaban esperando pedidos y hoy (por ayer) ese aceite ya se tendría que estar vendiendo en los pueblos del interior de Misiones. ¿Cómo hago ahora para entregar los nuevos pedidos a nuestros clientes?”, se preguntó.
Para Valle se avecina un problema importante por las dificultades que hay que afrontar primero para reemplazar lo perdido.