Entre las 4.30 y las 9 de este viernes, un joven de 26 años tuvo que ser buscado y detenido dos veces por efectivos de la comisaría Tercera de la Unidad Regional II, primero por ingresar con intenciones de robo a una sala del Hospital SAMIC, la correspondiente al sector de aislamientos de casos sospechosos de COVID-19, y pocos minutos después por escaparse esposado de una sala de la comisaría Tercera y escabullirse en una zona de monte.
Mariano Ezquiel Gómez fue descubierto por una enfermera de 23 años del hospital obereño quien alertó a sus compañeros de guardia sobre la tentativa delictiva y pusieron en fuga al sospechoso.
Sobre calle Pincen una patrulla de la seccional Tercera que rastrillaba la zona detrás de Gómez, lo halló y redujo en pocos segundos.
Ya en la dependencia, fue alojado en la celda de visitas de detenidos, hasta que fuera examinado por un médico policial. Pero pocas ganas de esperar y muchas de escapar mostró Gómez: rompió una reja de malla sima y raduamente corrió con sus muñecas esposadas sin ser alcanzado.
El agente de guardia en turno o “llavero” advirtió la maniobra pero sin la reacción suficiente hasta que Gómez desapareció entre yerbales del barrio Hultgren.
A las 10.30, el operativo cerrojo de la Unidad Regional II tuvo resultado favorable y hallaron al joven ya sin fuerzas para insistir en fugarse. Fue analizado por el galeno legista de turno y ubicado en una celda con mayor seguridad a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Oberá, subrogado Pedro Piriz (juez de Instrucción de San Ignacio) por los posibles delitos de “hurto en grado de tentativa y evasión”.