Hace unos años Salud Pública viene poniendo énfasis en el acceso a la sanidad de las comunidades guaraníes, algo que se vio reflejado en la regularización laboral de los agentes sanitarios guaraníes, en la producción de la guía para la implementación de una maternidad segura con enfoque intercultural, y el proceso de certificación de algunos centros de salud como “Hospitales Amigo de la Familia Indígena Mbya guaraní”.
Sin embargo, la semana pasada, se aprobó la ley presentada por el diputado provincial Martín Cesino, por la cual los hospitales deberán (con carácter obligatorio) adecuar sus procedimientos para atender la maternidad y a la familia mbya, bajo una serie de modificaciones que implican capacitaciones, la presencia de facilitadores o guías que acompañen el proceso de parto, una alimentación adecuada a sus parámetros culturales y el acompañamiento familiar entre otras cuestiones.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el director de Salud Indígena de la provincia, Adrián Saldías, explicó que ya vienen trabajando hace un tiempo bajo el enfoque intercultural, sin embargo, esta ley garantizará que los facilitadores, es decir los agentes de salud que trabajan en el hospital como nexo entre los pacientes guaraníes y el centro de salud, actúen bajo el respaldo que les brinda la ley.
Asimismo, también, que se garantice que la mamá y la familia sean tratados bajo sus paradigmas culturales, es decir, respetando la alimentación que creen óptima para el puerperio, la posición del parto y los demás cuidados correspondientes.
“La ley en sí le va a dar un marco legal a lo que ya venimos realizando con los facilitadores de salud, y nos va a dar la seguridad que va a ser obligatorio, no sólo supeditado a los gobernantes que están ahora”, explicó.
“Nuestro objetivo es que una mamá y la familia sean atendidos de la misma forma, en cualquier parte de la provincia bajo manuales de procedimientos donde estén claras estas acciones a realizarse”, agregó.
A su turno, el diputado Martín Cesino explicó a este Diario que, si bien se empezará a trabajar con las maternidades; el modelo Hospital Amigo de la Familia Mbya Guaraní, será aplicado a todas las instituciones no sólo en relación a la maternidad. “Es un pedido que se gestó desde las mismas comunidades, pasaba muchas veces que el paciente mbya iba al hospital con un pedido de una tomografía, por ejemplo, y se quedaba ahí porque no sabía que hay médicos especialistas, o no sabe dónde buscar sus medicamentos, entonces lo que buscamos es que la persona pueda acceder a cada uno de estos servicios”, explicó.
En otras palabras “la ley nos va a asegurar que todo esto que pensamos se cumpla”, señaló.
Resistencia de algunos hospitales
Otra de las cuestiones que intentará resolver esta ley es la resistencia a trabajar en equipo con los facilitadores mbya, una situación que se da en algunos hospitales de la provincia.
Al ser consultada por este tema, la agente de salud y facilitadora del Hospital SAMIC de Iguazú, Graciela Moreira, destacó “esperemos que las instituciones acepten que ahora es obligatorio porque, si bien en mi zona la directora del Hospital es muy buena y comprensiva con el procedimiento, en las reuniones con los demás facilitadores se escuchan quejas, de parte de compañeros, que no son bien recibidos”.
Esto tiene que ver con que, los facilitadores mbya están en la obligación de acompañar todo el proceso desde que entra un paciente guaraní hasta que se va, actuando de guía en todo el trayecto: pedido de turnos, acceso a los medicamentos y tratamientos, derivación a especialistas etc.
“En la zona norte, donde yo trabajo, las madres hablan bastante el español, pero sé que en la zona centro y sur hay muchas mujeres que no entienden casi nada, y ahí tenemos que estar sí o sí nosotros como mediadores”, explicó.
En ese contexto, contó como es su día a día como agente de salud y facilitadora, “yo estoy siempre en el hospital y cuando viene un paciente mbya me llaman y yo le acompaño (por más que sepa hablar español o no) a cualquiera de las áreas del hospital: pediatría, ginecología, clínica, hasta que se va“.
Un trabajo que a veces se torna especialmente agitado en su zona ya que Puerto Iguazú alberga al menos seis comunidades mbya.