Producto de los incendios forestales que se registraron durante los primeros meses del año, la Provincia arrancó con una serie de acciones para avanzar en cuestiones vinculadas a la prevención, control y combate del fuego. Es que la magnitud de los focos ígneos que afectaron a distintas áreas protegidas en Misiones dejó en evidencia que se necesita más que sólo agua.
En este sentido, el subsecretario de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Ecología, Martín Recamán, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “se desarrolla una amplia agenda que involucra al área que integra a Protección Civil, Bomberos Voluntarios, Policía y a cada uno de los actores con una agenda para trabajar y ampliar las fortalezas ante posibles incendios forestales”.
En lo que respecta al combate de las llamas, destacó que “es importante trabajar en la formación del personal, profundizar el equipamiento estratégico y también en la coordinación entre los distintos actores en el abordaje de un incendio. Este verano nos hemos visto en circunstancias en las que se vuelve clave llevar adelante prácticas que nos permitan definir estrategias y trabajar en conjunto los abordajes, esas son cosas que nos han dejado los últimos incendios”.
Recamán apuntó también a la necesidad de reforzar los medios aéreos y recursos humanos capacitados. “Hemos tenido situaciones que en un mismo momento teníamos hasta seis medios aéreos y conducir cada uno de ellos implica una logística, tener una persona con conocimiento en el manejo para garantizar un mejor giro en cuanto al sector donde tiene que disparar en ese momento, se necesita personal en el terreno y toda una coordinación”, remarcó.
Prevención y control
En materia de prevención y alerta temprana de incendios, Recamán sostuvo que este mes comenzaron con distintas reuniones en la Zona Centro, en los municipios de Salto Encantado, Aristóbulo del Valle, Garuhapé y El Alcázar, los cuales tuvieron una afectación considerable en comparación con el resto de las zonas de incendios.
Fue así que comenzaron a trabajar en la conformación de una barrera ambiental, vinculada directamente a los Parques Provinciales, Nacionales y Federales con una estrategia que busca generar un anillo de seguridad en torno a las reservas. Aclaró que en primer lugar definirán todo el perímetro y luego empezarán a reconocer cómo está conformado el entorno en estos lotes lindantes a las áreas protegidas.
“La idea es ver cómo están compuestos, qué tipo de vegetación contienen, cuánto es bosque nativo, cuánto es forestación, qué otro tipo de actividades se desarrollan en torno a esta vegetación, si hay rutas, que son cuestiones a tener presentes en momentos complicados y que pueden generar una debilidad o una amenaza ante estas situaciones como las que hemos tenido”, aclaró.
Todo esto, enfatizó el funcionario, posibilitará “analizar este sector de anillos, establecer políticas y acciones para disminuir o minimizar el riesgo en torno a las reservas”.
Por otra parte, se planteó un Sistema de Alerta Temprana Vecinal Rural para los incendios forestales mediante una red de vigilancia.
“Esto implica la conformación de pequeños consorcios a los cuales nosotros le podamos brindar información diaria sobre el índice de peligrosidad de incendios, al clima, además de capacitaciones y cursos que se vayan desarrollando”, contó Recamán.
También anticipó que van a realizar “un relevamiento para determinar qué cantidad de personal disponible tienen para capacitarse y qué herramientas tienen. Será un medio de comunicación e intercambio para ir fortaleciendo grupos vecinales en lo que es el control de incendios”.
Finalmente añadió que “recibirán una alerta de foco de calor que se genera a través de los sistemas satelitales, para ubicar la zona y saber cuál es el riesgo de incendio”.