Todo lo que callamos y reprimimos, a veces se ve reflejado en tos, congestión nasal, tapamiento de oídos e incluso en resfrío y gripe, ¿por qué pasa esto? Porque estamos enojados, nos sentimos usados, tristes, frustrados ante situaciones que no podemos enfrentar. Podemos trabajar con cromoterapia en estas situaciones con dos colores.
Antes que nada estar tranquilos y preguntarnos: ¿Para qué me pasan estas cosas? Y una vez que tengamos las respuestas empezamos a trabajar en principio con el color rojo para mover esa energía estancada que nos hace tener pensamientos negativos, así que pónganse algo rojo, salten, salgan a caminar o bailen pensando, o como vistiendo ese color, con 5 minutos está bien.
El rojo también nos ayuda a tomar decisiones, a ser valientes y dar el paso que necesitamos dar para hacer frente a cualquier situación.
En una segunda instancia, una vez sacudida esa emoción seguramente vamos a estar más tranquilos, con la mente más despejada, ahí utilizamos el color azul, con él vamos a poder decir nuestra verdad, lo que estamos necesitando decir desde el corazón y encontrando las mejores palabras, las mejores intenciones.
Les aseguro que una vez dicha nuestra verdad, nos sentiremos libres, livianos, tranquilos, hagan la prueba.
Muchas veces callamos por miedo a “herir” al otro y no nos damos cuenta de que nos hacemos daño a nosotros mismos.
Igualmente la verdad siempre encuentra la forma de manifestarse, pero mejor que seamos nosotros los que demos el ¡primer paso!
¡Feliz Domingo!