Texto e Imágenes:
Colaboración Walter Faviere
Un paseo por Misiones siempre conduce a lugares hermosos, rodeados de selva. Hace algunos días, recorriendo la ruta nacional 14 decidí tomar la ruta provincial 11 en el cruce para ingresar a Dos de Mayo.
Luego de transitarla unos 4.800 metros, giré a la derecha e ingresé a un camino de tierra en el que, después de 1.300 metros, se debe girar a la izquierda para recorrer 900 metros más y llegar finalmente al campo de Don Pedro. Es allí donde deberán dejar sus vehículos quienes quieran conocer el Salto Orquídeas.
Eso hice, aboné los 500 pesos que cuesta el estacionamiento, suspiré, me armé de valor y comencé a caminar. Tenía una vaga idea de lo que me esperaba en cuanto a esfuerzo físico, aunque después comprobé que me quedé corto en la idea.
La llegada al salto, para mí uno de los más bellos de la tierra roja, es ideal para quienes aman el trekking. ¿Consejo? No pierdan la oportunidad de visitarlo, les aseguro que no se van a arrepentir.
Los primeros 200 metros son básicamente sencillos, se recorre la orilla del campo, para luego comenzar a descender y es ahí donde -al contrario de lo que se podría pensar- se complica un poco el paseo que, aclaro, demanda más atención de la que uno piensa.
¿Por qué? Pues porque el camino es muy empinado, llega a tener pendientes bastante pronunciadas. Lo bueno es que se encuentra rodeado de selva. Belleza pura.
A lo largo del recorrido hay vestigios de lo que en algún momento fueron peldaños de madera, pero son sólo eso, vestigios; así que se debe transitar con extremo cuidado. El camino está repleto de piedras algunas de las cuales apenas se las toca se desprenden y por si esto fuera poco el sendero está repleto de palmeras de las que caen los “coquitos” que si uno no está atento se vuelven una trampa peligrosa ya que pisarlos puede ocasionar resbalones y caídas.
Para descender unos 100 metros se recorren aproximadamente 400 metros de sendero de pura adrenalina y tensión, pero el final es el premio.
Al llegar, la frutilla del postre, el Salto Orquídeas se desploma en una pileta natural de unos 30 metros de diámetro, bastante profunda y luego el arroyo sigue su camino entre piedras y paredones de unos 15 metros de altura plenos de vegetación. Es ese el momento de respirar, descansar y recargar energías, porque el regreso, a pesar de que ya se conoce el camino, demanda el mismo esfuerzo que se hizo para llegar.
Lo ideal para realizar este paseo es ir por la mañana y volver después del mediodía o media tarde quizás.
El lugar está “abierto” hasta las 18.
Hasta la semana próxima.
Recomendaciones
• Llevar agua para beber.
• Tener ambas manos libres para tanto para descender como para subir.
• Utilizar ropa cómoda, gorra, pantalones largos y zapatillas con buena suela.
• Colocarse repelente.
• Buen estado físico (no necesario pero recomendable).
• Ir con tiempo.
• No recomendable ir con niños menores de 12 años.
• No dejar basura en el lugar.