Así como apuntan a cambiar las figuras de los billetes para dar un golpe de impresión y no para modificar los problemas de fondo, ahora vuelven a mostrar el peor costado apelando a una movida política y no a una técnica.
El cambio de la Secretaría de Comercio Interior, con su titular a la cabeza, a la órbita del Ministerio de Economía es parte del drama interno que exhibe hoy el oficialismo en la Nación y no una medida que apueste a contener a la inflación. Al fin y al cabo, ni Comercio Interior (Feletti) ni Economía (Guzmán) lo estaban haciendo y nada cambiará a partir de estas maniobras. Con esto solamente agregan más capítulos a la saga vergonzosa que protagonizan y que mina de incertidumbre a la mayoría de los argentinos.
La inflación seguirá su dinámica entonces. Quienes deben y pueden hacer algo al respecto siguen en cualquiera.