La inflación o lo que muchos llaman “el impuesto de los pobres” puede que nos esté extinguiendo desde el punto de vista financiero, claro.
No soy economista, aunque me gradué como contadora, pero es que tampoco debes serlo para entender que si hace un año con $1.000 comprábamos 10 cosas en el mercado y ahora sólo compramos 4 cosas, pues desde el punto de vista del dinero nos hemos extinguido en un 60%.
¿Puedes verlo?
Pero algo excepcional de los humanos es que siempre encontramos soluciones a los problemas que se nos presentan y eso ha sido clave para no extinguirnos como los dinosaurios o el pájaro dodo.
Aunque los problemas no terminan en la inflación, éste es sólo uno de muchos con los que debemos trabajar para solucionar. Otro importante para que medites: los impuestos. Mientras que por ejemplo en España, el pueblo debe pagar más de 70 impuestos distintos, en Argentina, el país donde nací se pagan 165 impuestos, tasas y contribuciones.
Si has leído a Robert Kiyosaki, sabrás en que cada libro le dedica una parte a explicar cómo los impuestos son el gasto más importante que una persona tiene en toda su vida.
¿Y qué podemos hacer?
Siempre hay alternativas (y dejar de pagarlos, no es una de las más recomendables).
Una opción (quizá la mejor) es educarte financieramente porque si vas a combatir contra un enemigo importante deberías conocer cómo vencerlo y eso inicia con el conocimiento que aún no tienes. Aquellos que no tienen la educación financiera adecuada, están en la pobreza y se verán afectados cada vez que ganen o gasten dinero.
La buena noticia es que puedes aprender a combatir a la inflación y ganarle en sus propios términos, si tienes la educación y la formación adecuada.
Fuentes adicionales de ingresos
Actualmente se ha convertido en una necesidad tener una fuente de ingresos extra. La diversificación de tu flujo de ingresos es importante para protegerte a ti y a tu familia contra los inevitables altibajos de los ciclos económicos e industriales.
Estas fuentes pueden ser activas, pasivas o una combinación de las dos. Algunas te pagarán por hacer algo que amas (activas) y otras te darán ingresos sin que tengas que hacer mucho (pasivo). Puedes diversificar estas ganancias y entrar a diferentes industrias para protegerte de las pérdidas por cambios en el mercado y que te beneficies de las mejoras en otros.
Este realmente es el secreto de los que se vuelven ricos y se mantienen así, pero desafortunadamente muchos no lo hacen.
Toma estos consejos de Hal Elrodt
1. Establece tu seguridad financiera
Esta idea no es muy sexy, pero es imperativa: no enfoques tu tiempo y energía en pensar en otra fuente de ingresos hasta que la primera esté establecida. Ya sea que tengas un trabajo de día o tu propia empresa, enfócate en asegurar un primer ingreso mensual que solventará tus gastos antes de seguir otros pasos.
2. Clarifica tu valor único
Todas las personas en este planeta tienen habilidades, experiencias y valores únicos que ofrecer y son compensadas por eso. Descubre los conocimientos, experiencia, habilidades o soluciones que puedes ofrecerle a los demás para que te paguen por ello. Recuerda, lo que puede ser conocimiento común para ti no lo es para todos. Mucha gente podría preferir irse contigo (y tu estilo) antes que irse con alguien más que ofrece un valor similar.
El conocimiento es algo que puede aumentar muy rápido. Como Tony Robbins dijo una vez en su libro “Dinero: Domina el juego” (Money: Master the Game): “Una razón por la que la gente tiene éxito es porque posee conocimientos que otros no tienen. Le pagas a tu abogado o doctor debido al conocimiento y habilidades de las que careces”. Aprende más sobre un área en específica y al mismo tiempo aumentarás el valor que los otros pagarán por ti.
3. Identifica tu mercado
Basado en el valor que puedes darle a otros o los problemas que vas a ayudar a resolver, ¿quién pagaría por el valor o solución que puedes proveer?
* Inscribite en capacitaciones gratuitas en la Escuela de la Riqueza al 3764116871