Cada vez que te sostienes en una circunstancia que no te gusta, la creas y recreas.
Cuando te quejas de tus hijos, de tu marido, de tu esposa, de tus jefes o de tus padres, estás sosteniendo una y otra vez esa observación en el campo de las infinitas posibilidades, y justo eso va a venir a tu vida.
La solución está en celebrar tus circunstancias.
De esta manera, las decisiones no las tomas tú, sino que vienen a tu vida cuando decretas que todo en tu mundo es perfección, que todos los seres que están a tu alrededor son maravillosos, y que vives en absoluta paz.
Verás que la observación de lo que quieres hará que eso llegue a tu vida sin que te des cuenta.
El observador eres tú. Pides el qué, y el cómo te lo trae el electrón.
Las soluciones son infinitas.
Puede ocurrir que te mudes, te cambies de trabajo, que cambien las personas a tu alrededor, o que se vayan y vengan otras.
Todo es posible.
Por esto insisto tanto en que debes celebrar tus circunstancias y enfocarte en saber lo que deseas.
Cada vez que sostienes tu mirada en la carencia, el electrón dice: “Ok, ¿quieres eso? Pues te lo sigo dando, ya que veo que lo sigues sosteniendo”.
Mantenerte en la inconformidad, la tristeza y la queja las sigue creando una y otra vez.
Ten en cuenta que esa circunstancia densa, donde estás rodeada de gente tóxica, la has creado tú, pero puedes cambiarla celebrando esa situación de tu vida.
Así pues, no importan las circunstancias por las que atraviesas actualmente.
Celebra lo que tienes y sostén tu mirada en lo que quieres.
En el momento en que haces esto, tu vida empieza a cambiar.
Tienes mucho trabajo por hacer, porque estoy segura de que en este momento muchas de tus circunstancias son muy pesadas.
Puede haber falta de dinero, de salud, o de relaciones armoniosas.
Llegados a ese punto, comprendo que celebrar y mirarlo todo muy lindo constituye todo un trabajo.
Por eso afirmo que incluso debes mentirte o más bien mentirle al electrón y decirle lo que deseas.
Un abrazo y bendiciones.