A pesar de los avances en materia de prevención y concientización respecto a salud sexual, diversos informes a nivel mundial han advertido un incremento en el número de casos de enfermedades de transmisión sexual.
En ese marco, en el país, una de las que llama particularmente la atención es la sífilis que, si bien según los últimos datos oficiales presenta una baja en la tasa de positividad, se estima que el descenso sólo responde a que, con la pandemia, disminuyó el número de testeos. Así lo confirmó la tocoginecóloga especialista en Ginecología Infanto-Juvenil y miembro de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ) Adriana Giaccaglia, a FM 89.3 Santa María de las Misiones.
“La sífilis en el país registró un aumento ininterrumpido del año 2000 hasta el 2019 con un promedio de 56 contagiados cada 100.000 habitantes. Y luego, en 2020 bajó rotundamente a 22 cada 100.000 habitantes. Si lo leemos así es fantástico porque podemos decir que disminuyó un 59% pero no es así, como hubo menos testeo por el confinamiento hubo menos casos confirmados pero aumentó la tasa de positividad”, indicó.
En ese sentido, hizo hincapié que la población más afectada fue la de jóvenes de 15 a 24 años, donde la tasa de positividad fue de 9 a 10,4%, es decir más alta que el resto de los rangos etarios “por eso es fundamental el uso de una barrera (preservativo) a la hora de tener relaciones sexuales”, explicó.
Fomentar el preservativo
Según la especialista, el incremento de las ETS en el país se da por una falta de conciencia generalizada y porque la mayoría de los jóvenes apela únicamente al uso de métodos anticonceptivos que, a pesar de su eficacia, sólo sirven para evitar embarazos no deseados.
Asimismo, cuando de sífilis se trata -explicó la médica- es fundamental el uso del preservativo ya que la infección puede ser asintomática. “El primer signo es una lesión como una úlcera no dolorosa en la zona de la vulva, el pene, la región perineal, cerca del ano o en la boca que, al tiempo, si no se trata, desaparece por sí sola, pero abre paso a una etapa asintomática de la enfermedad, que es aún más peligrosa ya que el individuo contagia, pero no tiene síntomas, es decir no está en alerta”, explicó.
En ese contexto fue contundente con el uso del condón, “incluso durante el sexo oral y hablando de todo tipo de parejas, heterosexual y homosexual”.
No obstante, para combatir la enfermedad es necesario, según Giaccaglia, potenciar las campañas de uso de preservativo, que decayeron luego de la pandemia, y fomentar la realización de un chequeo anual en el que incluya las enfermedades de transmisión sexual.
“Tiene que entrar en la conciencia de la población solicitar el chequeo de ETS. En el caso de la sífilis, si pasa el tiempo y no se detecta, aparecen lesiones en la piel, y hay un avance continuo, que puede conllevar hasta lesiones neurológicas”, señaló.
La importancia de vacunar contra el VPH
Por otro lado, la médica miembro de la SAGIJ se refirió al Virus del Papiloma Humano (VPH) y la importancia de vacunarse contra él. “Siempre hay un grupo más reticente a la inoculación, pero la mayoría de los padres vacuna a sus hijos contra el VPH. Si uno como médico le explica los beneficios a los adolescentes, ellos mismos empiezan a decir qué quieren hacer”, explicó.
“Tenemos que entender también que la concientización es tarea de todos: la escuela, la familia, no sólo del Estado”, finalizó.