Entre las problemáticas actuales de los pueblos originarios, persiste la falta de acceso a una educación intercultural. En el nivel superior o terciario, sólo algunos pocos estudiantes abandonan los pueblos para estudiar una carrera. Muchos no lo hacen por desconocimiento, falta de recursos o por no contar con conocidos que los guíen. PRIMERA EDICIÓN habló al respecto con algunos de estos estudiantes.
Compartir la experiencia
Cristian Acosta, de la comunidad Marangatú, es estudiante del Profesorado de Ciencias Económicas de la Facultad de Humanidades de la UNaM: “Vengo de la zona de Capioví, donde la vida con mi familia fue muy dura, porque económicamente a veces era muy difícil conseguir lo que necesita, pero siempre tratamos de seguir adelante”.
Con estudiar una carrera universitaria, “el objetivo es poder compartir con la gente de mis raíces toda la experiencia vivida”, agregó. Al elegir este campo, recordó que “cuando estaba en la secundaria tuvimos en cuarto año una materia, Economía, donde me iba muy bien. Eso me motivó a querer estudiar más de este tema y es algo que realmente me gusta”.
Cuando en la familia se enteraron de la decisión de dejar la comunidad y trasladarse hasta Posadas, contó que “se emocionaron y a la vez fue algo triste, porque no podíamos vernos como antes. Soy una persona apegada a mi familia”.
En su estadía en Posadas, en el albergue de estudiantes del Campus de la UNaM, Cristian Acosta señaló que “pude conseguir la beca y si no fuera por eso, no estaría estudiando acá”. Relató que “extraño la comunidad, pero intento adaptarme, porque es una nueva vida y esta es mi nueva normalidad. Me queda un largo camino por recorrer y necesito adaptarme”.
Formarse para ayudar a otros
Por su parte, oriunda de la comunidad Yraka Mirí, en Concepción, Johanna Méndez, contó que “estoy estudiando Abogacía en la Universidad Católica de Santa Fe”. En estas primeras clases indicó que “me sentí muy bien estudiando y también con mis compañeros”.
Al consultar por la carrera, contestó que “elegí formarme en esto porque en un futuro lo que más quisiera es poder ayudar a los pueblos originarios”. En cuanto a su familia, detalló que “me ayudaron mucho y les gustó que haga esto, cuento con todo su apoyo, principalmente el de mi papá Alejandro”.
Además, explicó que “pude conseguir albergue para vivir, que es exclusivamente para mujeres”. Este proceso, “no fue sencillo, pero finalmente lo conseguí”. A los chicos de las comunidades que quisieran seguir una carrera les recordó que “estudiar es algo importante y algo que repito siempre a todos en la comunidad”.
En los pueblos, aseguró que “muchos quieren estudiar, pero por la situación económica no pueden pagar para estudiar la carrera que les gusta. Otros también buscan alguna carrera en la parte pública”.
Un futuro en el turismo
Otro integrante de Yraka Mirí, Cristian Méndez, explicó que “en la comunidad nos visitaban muchos turistas y fue entonces que quise aprender algo relacionado con ese tema. Por eso, elegí la carrera de Turismo, en la Facultad de Humanidades”.
También reside en el albergue ubicado en el Campus de Posadas “cada fin de semana vuelvo a mi casa”. En este espacio, “estamos con otros compañeros y es un lugar que lo vemos muy bien”, agregó. Desde su llegada, mencionó que “de a poco voy conociendo y haciendo amigos”.
Tras recibirse, explicó que “me gustaría quedarme en Posadas y también algunos días regresar hasta mi comunidad”. Respecto a la familia, detalló que “ellos desean lo mejor para mí y les gusta que haya decidido estudiar una carrera como turismo”.
Diferentes vivencias
Una experiencia distinta es la del estudiante de Antropología Social Marcial Paredes, oriundo de Fracrán, pero que desde chico vive en Posadas: “Mis padres migraron por varias zonas, como Montecarlo, donde me inscribieron. Mi padre vino a estudiar enfermería en los 80, aunque no llegó a terminar en el terciario que funcionaba en ese momento”.
En aquel entonces, aseguró que “hubo una relocalización por zonas costeras y pasamos por ello hasta llegar a vivir en una vivienda en Villa Cabello”. Relató que en esos tiempos “se vivió un espacio de lucha indigenista, por un acceso a la educación integral, con personas adultas que buscaron estudiar ya de grandes”.
Paredes afirmó que “tuve otra forma de experiencia no sólo en la universidad, sino en el cursado de la secundaria, porque estaba en la ciudad y no en el interior, en aula satélite o escuela rural, como muchos de los chicos que vienen a estudiar acá”.
Desde su experiencia en Humanidades indicó que “se gestó una forma de apertura hacia otras universidades porque tenían otra forma de trato con el alumnado”. Sin embargo, relató que más allá del cursado, “también sería bueno ver qué sucede luego de recibirse y ver el acceso a las oportunidades en cualquier espacio de trabajo o investigación”.
Aumentó el ingreso, pero se necesitan más albergues
Como parte de los pueblos originarios, el alumno avanzado de Trabajo Social e integrante de la Dirección de Asuntos Guaraníes, Aníbal González, contó a PRIMERA EDICIÓN que “hay 9 estudiantes ingresantes en Posadas, en la Facultad de Humanidades, algunos terciarios y en la Universidad Católica de Santa Fe. También en el Colegio de Enfermería hicieron el cursillo, pero no ingresaron”.
En Posadas, “se logró resolver con los albergues de la UNaM, donde viven seis chicos en la parte del Campus”. Por otra parte, aseguró que “se consiguió ubicar a dos chicas en el albergue provincial en la zona centro de Posadas”.
Sin embargo, no son los únicos. González precisó además que “una chica está viajando constantemente desde El Alcázar y un chico se queda en la casa de un amigo. Otros, finalizado el horario de cursado, regresan en colectivos hasta la zona de Cuña Pirú. Se habló con Desarrollo Social, con Derechos Humanos, para ver las posibilidades de gestionar otros espacios, pero de momento no se cuentan con recursos”.
En Jardín América, “son tres chicos los que recibieron la beca de Arauco, donde se habló para alquilar un lugar, como albergue para no estar yendo y viniendo de la comunidad. Estos chicos estudian Educación Física en una privada. También hay auxiliares docentes indígenas que trabajan y estudian Enseñanza Primaria en un terciario”.
Aníbal González aseguró que en estos años “se ha incrementado el ingreso, no sólo en Posadas, sino en otros lugares como Jardín América, Oberá y en Puerto Iguazú, donde se abrió una carrera intercultural de guía de Turismo, donde hay 40 inscritos de diferentes comunidades”.
Al ingresar, “es importante la disposición de los docentes, las tutorías y los voluntariados. Junto con mi hermano, al que también le quedan unas materias para recibirse, nos juntábamos para estudiar y fortalecernos entre nosotros. Así que recomendamos a los chicos que vengan en grupo a estudiar, más cuando son mujeres, para acompañarse y cursar una carrera en grupo”, agregó.