La policía dio otro paso en torno al esclarecimiento total por el crimen de Catriel Urizar (31) ocurrido durante la noche del último lunes en Puerto Iguazú.
Efectivos de la Dirección Homicidios de Posadas incautaron ayer dos teléfonos celulares y ropa. Fue durante dos allanamientos en la vivienda de uno de los jóvenes de 18 años que está sospechado de participar en el hecho y de un familiar. El martes por la noche los uniformados dieron con la presunta arma homicida en la casa del otro apuntado como partícipe del hecho.
De acuerdo a las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, se trata de dos aparatos Samsung, uno blanco y el otro negro, ambos sin batería puesta y sin chip, que se presume pudieron ser los utilizados para hacer un pedido de delivery a la víctima con el objetivo de robarle.
También secuestraron una vestimenta similar a la que utilizaba uno de los dos hombres que fueron vistos en la escena -a través de cámaras de seguridad de la zona- momentos antes y después del homicidio. Los allanamientos fueron en el barrio 1º de Mayo, primero en la casa del progenitor de uno de los apuntados en donde secuestraron los celulares escondidos en un mueble de una de las habitaciones.
Posteriormente, en el mismo barrio, secuestraron una remera de color roja, precisamente entre las pertenencias de uno de los sospechosos y en su residencia, a pocas cuadras del lugar anterior.
La característica particular de la indumentaria es un logo grande de la marca Nike, que fue reconocida por testigos y que es muy similar a la de una persona que merodeaba la escena momentos antes del crimen como se observa en las imágenes de las cámaras, terminaron por cerrar la sospecha.
Las mismas fuentes señalaron que la pista clave para dar con los sospechosos y detenciones respectivas fueron testimonios de una persona que aseguró que los dos jóvenes aprehendidos caminaban por la zona y que habían manifestado que esperaban un pedido de comidas pese a que residen a unas cuantas cuadras de allí.
Sospecha mortal
Tal como publicó este Diario, el vendedor de comidas rápidas sospechó ante el pedido realizado minutos después de las 22.30 del lunes porque le requerían con “insistencia” que dijera en qué vehículo iba a llegar, específicamente en que tipo y color de motocicleta.
Ante la presunción de que podría tratarse de un robo pero tampoco descartando que pueda ser una falsa alarma, la víctima decidió acudir igual al lugar para entregar los dos “lomitos completos” que le fueron requeridos. Sin embargo, decidió entregar la comida en su camioneta Toyota Hilux, algo que no realizaba con frecuencia y solamente lo hacía cuando las inclemencias del tiempo eran adversas. Un testigo relató a los investigadores que el hombre llegó a entregar la comida y que se topó con los dos jóvenes que se vieron sorprendidos porque no llegó en motocicleta. Ante la pregunta de que si fueron ellos los que habían pedido la comida, le dijeron que no.
En ese momento los individuos salieron a correr y el comerciante los persiguió hasta alcanzarlos ya que, ante una posible broma, quería asegurarse de que no hayan sido ellos los que llamaron y les exigió que le mostraran sus teléfonos celulares, según voceros.
Siempre de acuerdo a las fuentes, esto derivó en una discusión y fue en esas circunstancias que uno de los sospechosos se percató de que Urizar tenía un arma de fuego que en realidad era una réplica de juguete que el vendedor de comidas llevaba “por las dudas”“.
Así se originó un forcejeo y uno de los presuntos homicidas disparó contra la humanidad de la víctima. El proyectil ingresó por la zona del tórax y le perforó el pulmón y el vaso generándole un shock hipovolémico que causó su muerte en un lapso de pocos minutos.
Fuentes del caso indicaron que hoy está previsto que el juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Martín Brites, realice la correspondiente audiencia indagatoria a los sospechosos. Mientras tanto continúan detenidos en dependencias diferentes de la Unidad Regional V de Puerto Iguazú.
En cuanto a los mencionados teléfonos secuestrados como la indumentaria, se supo que serán sometidos a pericias para confirmar que hayan sido los utilizados al momento del crimen. Una vez que estén los resultados se agregarán al expediente.