Los dos asaltantes detenidos el pasado martes en Panambí, tras intentar un robo a mano armada a un agricultor, contaban con un líder que es considerado “peso pesado” en el mundo delictivo.
Se trata de Hugo Cáceres Doldán (43), quien fue capturado horas después y tras oponer tenaz resistencia. Este individuo no es un ladrón común. Registra antecedentes que así lo confirman. En el operativo de búsqueda que hizo la policía quedó más que claro.
En primera instancia, fue el único que logró darse a la fuga tras irrumpir los uniformados en el campamento improvisado que armaron y donde se cree planificaban más atracos en al zona. Además, antes de escapar mostró un rasgo distintivo de los considerados delincuentes peligrosos: al verse rodeado apuntó a los efectivos y les gatilló, pero no salió el disparo. No obstante, se dio a la fuga hacia un monte y efectuó varios tiros desde allí. Por fortuna no le acertó a los uniformados.
Se presume que estaba “muy jugado” pues registra numerosas condenas por asaltos y para este tipo de fugitivos reincidentes volver a ser detenido significa una sola cosa, regresar a la cárcel, donde pasó gran parte de su vida.
Mientras lo buscaban, los dos cómplices que lo acompañaban no ofrecieron resistencia, fueron arrestados y trasladados a sede policial. Estos dos hombres tienen antecedentes por delitos contra la propiedad y drogas.
Atraco fallído
El pasado martes a las 8.30, un agricultor de 50 años domiciliado en Panambí denunció que momentos antes, cuando iba a realizar labores dentro de un pinal en su chacra, a bordo de su camioneta y en inmediaciones de la ruta provincial 5 (altura del Kilómetro 4), observó a un desconocido que, portando un arma de fuego tipo revólver le apuntó como intentando detener su marcha. Precisó que el “encuentro” con el delincuente fue cuando ingresaba con su vehículo al lugar, pero logró esquivarlo y se dirigió a la comisaría para dar cuenta de lo sucedido.
Tal como publicó ayer PRIMERA EDICIÓN, la policía inició un amplio despliegue en la zona, donde al cabo de unos minutos y tras un rastrillaje se logró la detención de un sospechoso, de 41 años y con domicilio en la provincia de Buenos Aires (cumplió reciente condena por asalto y tenía que estar cumpliendo prisión domiciliaria).
Luego de un intenso rastrillaje se logró ubicar al segundo implicado, de 30 años y de nacionalidad paraguaya (con dos pedidos de detención vigente y condena por robos agravados).
Fue allí que los uniformados descubrieron en una densa vegetación distante a unos 600 metros de la citada ruta, un campamento improvisado, observándose un número considerable de prendas de vestir varias, mantas, bolsos, gorras y un arma de fuego de fabricación casera tipo tumbera con doble caño superpuestos, haciendo presumir que los detenidos se establecieron allí para realizar inteligencia previa y de esta manera cometer un golpe contra algún empresario de la zona. Dicho lugar está situado a escasos mil metros del lugar donde fue perpetrada la Masacre de Panambí.
Tiroteo
Durante la incursión los uniformados se toparon con dos hombres, uno de ellos empuñando un revólver con el cual apuntó y gatilló a los efectivos. Pero el tiro no salió. Segundos después y luego de que los delincuentes se internaran en el monte se produjo un intercambio de disparos.
Se inició una búsqueda de los dos profugos. Ese mismo martes a las 20.45 en una parada de ómnibus ubicada sobre la ruta provincial 5, observaron a un hombre en actitud sospechosa y haciendo dedo para que lo trasladen a Oberá. Fue así que bajo una intensa lluvia y frente a la Iglesia San Pedro – San Pablo (inmediaciones del paraje La Linea), se procedió a la identificación del sospechoso, quien dio una identidad falsa.
Cuando intentaron reducirlo para su demora, ofreció una tenaz resistencia e intentó agredir con golpes de puño y patadas a los efectivos. Luego corrió hacia un sector de cultivos , pero fue alcanzado y detenido. En su cintura llevaba un arma de fuego tipo revólver calibre 38 color plateado, empuñadura de madera, cilindro de 6 alvéolos con cinco cartuchos en su interior (uno percutado). Era Hugo Cáceres Doldán.
Fue expulsado por la Justicia
Hugo Cáceres Doldán cuenta con una gran cantidad de condenas por delitos graves, como ser asaltos a mano armada. La última vez que acudió a un juicio fue hallado culpable y sentenciado a 10 años de prisión por el Tribunal Penal de Eldorado. Fue por el asalto a un exconcejal en Montecarlo.
El mismo Tribunal lo expulsó del país ese mismo año debido a que al parecer tendría causas pendientes en Paraguay, de donde es oriundo, es decir que actualmente Cáceres Doldán debería estar purgando condena. Su historial delictivo se remonta a 2015 cuando asaltó a una pareja en Montecarlo, sin embargo volvió a delinquir en esa misma localidad cuando cometió un raid delictivo junto a su hermano. Lo hicieron en modalidad motochorros y perpetraron al menos tres atracos callejeros (Hugo fue condenado a seis años por esos hechos). Un dato no menor y para tener en cuenta el grado de violencia de Cáceres Doldán, es que durante el robo a mano armada al exconcejal y a su pareja, amenazó con cortarles los dedos si no le daban dinero.
Por si fuera poco, estuvo en la mira de los investigadores en dos crimenes muy recordados en el ambiente policial misionero. Uno de ellos fue el del narcopiloto Daniel Ramírez (46), asesinado de seis tiros en 2015, también en Montecarlo. Luego lo investigaron por el asesinato del empresario Héctor Helmut Knott (47), ocurrido en medio de un asalto armado en la tarde del sábado 9 de agosto de 2014.