Apenas un partido de fútbol. Y al mismo tiempo, mucho más que un partido de fútbol. Un grupo de futbolistas misioneros jugó ayer un partido amistoso ante un selectivo de internos de la Unidad Penal I de Loreto. El objetivo fue, una vez más, sumar en la reinserción social.
El proyecto nació el año pasado y tuvo varios capítulos de la mano del exjugador y entrenador Gustavo Semino. Este año, la posta la tomó el profesor y también exjugador Darío Castillo, quien habló con EL DEPOR sobre la experiencia realizada en la cancha emplazada al lado del complejo penitenciario.
“La idea es inculcar en los chicos la participación, la sociabilización y el respeto a través del deporte. Ellos tienen muchas ganas y también es una buena manera de que, a través de la pelota, puedan reaprender y retomar muchas cosas de la vida. El objetivo es que sumen esas herramientas para cuando vuelvan a vivir en sociedad”, sintetizó el oficial del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), quien trabaja en la fuerza desde 2009, siempre a través del deporte.
La movida, ejecutada por el propio director general del SPP, el exentrenador Manuel Dutto, contó con la participación de jugadores como Ramón Fragueiro, Franco Ramírez, Miguel Ángel “Beto” Comes, “Tucu” Gamarra, “Tote” Ayala, “Timo” Uranga, Nicolás Vallejos, Emanuel Ríos, Guido Da Silva y Gerardo Barboza, entre otros, quienes asistieron a Loreto con Sandro Bárbaro como entrenador.
Enfrente estuvieron una veintena de internos que, bajo las órdenes de Castillo, vivieron una experiencia futbolística diferente. El resultado, anecdótico, finalmente fue lo de menos.
“Nuestro equipo todavía no tiene nombre, pero está la idea desde el año pasado de ponerle uno. La idea es que esto siga y siga, para que algún día podamos tener un equipo competitivo y conformar algo parecido a lo que por ejemplo sucede con el rugby en la Unidad Penal III de Eldorado”, sintetizó el profe Darío, exjugador de Guaraní, Crucero, Atlético Misiones y Atlético Posadas, entre otros clubes.
“Como siempre decimos con los otros profes, al final de cuentas, la idea es que ellos se resociabilicen, para que cuando salgan de acá hagan las cosas bien, para que sepan que, más allá de las dificultades, la vida siempre da nuevas oportunidades”, cerró Castillo.