La doctora en Psicología Diana Altavilla, encargada de disertar ayer en la Cámara de Representantes sobre el tema, explicó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que “el suicidio es la expresión de un estado de deterioro físico y mental que puede tener cualquier persona, por lo que hay que hablar del tema con profundo respeto”.
Con esto, no sólo puso énfasis en el respeto como valor fundamental al tratar esta problemática, sino rompió el mito que establece que, por hablar de suicidio, se incita a él. “No es así”, afirmó la doctora, de hecho, los espacios educativos y barriales son “propicios para organizar talleres, que brinden herramientas a padres y adultos para que sepan cómo actuar frente a esta situación”, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una problemática frecuente en jóvenes y adolescentes.
En ese sentido explicó, “la comunicación es fundamental, los profesionales que estamos en este tema, sabemos que el suicidio acontece como el último eslabón de una cadena de dificultades de comunicación”, algo que se puede revertir potenciando “la capacidad de escucha atenta y empática”, es decir, no juzgando a la persona que atraviesa una situación de crisis y “aprendiendo a leer entre líneas los pedidos de ayuda” algo que, según la especialista, es una de las claves en materia de prevención.
“Hay que capacitar”
Uno de los planteos que realizó la doctora es la importancia de comenzar a capacitar a diversos sectores comunitario, uno de ellos, los estudiantes universitarios.
“En Misiones y en el país es algo que está faltando, y los alumnos exigen estar capacitados en primeros auxilios psicológicos, algo muy poco trabajado hasta en la carrera de piscología”, afirmó.
“Hay que capacitar para que los estudiantes no se reciban desconociendo por completo la materia”, agregó. Es así que indicó que su próximo proyecto, es comenzar a trabajar justamente con estudiantes practicantes y residentes.
Por otro lado, remarcó la importancia que la comunidad educativa se involucre, “y genere buenos vínculos en la escuela”, algo que favorecería la prevención, teniendo en cuenta que “los chicos hablan del tema abiertamente, algo que antes era impensado”.