Conoce el esfuerzo y el sacrificio, y es que en la vida nada le fue fácil, muy al contrario él debía poner más garra, poner más fuerza, todas sus energías para lograr sus sueños.
Uno de sus talentos es el de Dj, en una oportunidad ya habíamos hablado del arte de pasar música, hacer una selección de temas en un evento, detectando las preferencias del público, dejando que la música suene desde su compactera o su controlador, para que las personas pasen un buen momento y bailen al ritmo del dee jay.
Empezó con la música a los 16 años, pasaba música con equipos domésticos, los típicos centros musicales.
Tiempo después se fue comprando el equipamiento adecuado para hacer fiesta de manera más profesional.
Ama la música, y hacer fiestas, porque siente que es su responsabilidad que la gente sea feliz y lograr eso lo hace feliz a él.
Su discoteca se llama “Platinos Disco” y cuenta con un equipo de trabajo, al que el define como sus compañeros que lo ayudan en toda la logística del equipo, del armado y ensamble, donde después Cristian despliega su arte pasando música.
Otras de las pasiones de este “gigante” es el de hacer tatuajes. Durante mucho tiempo pudo desempañarse como tatuador, pero eventualmente la situación económica fue la causal de descontinuar con esta actividad en la que necesitaba materiales y máquina nueva para ese oficio. A Cristian le encantaría reactivar ese emprendimiento, porque dibujar en la piel, diseños exquisitos, con líneas perfectas, nítidas, dejando para siempre su sello en la misma piel de las personas, perpetuas e imborrables, definitivamente es la marca que todo artista sueña.
Vivir del arte no es sencillo, y en los tiempos que vivimos realizar una actividad que llene el alma, no siempre es la que llena los bolsillos. Cristian tiene una familia a su cargo, una esposa, el amor de su vida Daiana Antunez y su tesoro más preciado que es su hijo, por lo tanto también se desempeña en el rubro de mantenimiento de sillas de ruedas, comunes y motorizadas, mantenimiento de rulemanes, y limpieza de motores.
El sueño de Cristian es contar con todo lo necesario, en cuanto a equipamiento, herramientas y materiales, para poder desempañarse en sus trabajos, porque quiere ofrecerle a su hijo lo necesario para que esté bien, darle la posibilidad de estudiar y sobre todo enseñarle el respeto. Que cuando sea grande se sienta muy orgulloso de su padre, que a pesar de todas sus limitaciones le brindó lo mejor.
Nació en Aristóbulo, y vivió en varias localidades del interior, y desde hace 15 años vive en Candelaria. Tiene 33 años, y valora por sobre todas las cosas a su familia, padres y hermanos. Cuando tenía 19 meses, una gangrena insuperable le arrebató sus extremidades. Poco a poco y con ayuda de su familia lo fue superando. A medida que pasaban los años se hacía cada día más fuerte.
Vuelvo a repetir el sueño de Cristian es poder seguir trabajando, para ellos necesita herramientas, materiales y equipamiento.
Sé de buena fuente que del entorno de la música un colega le acercó unos equipos. Tal vez después de leer esta líneas algún tatuador o alguien con herramientas también tenga algo de sobra que se lo quiera acercar. Les invito a que lo conozcan mejor en CRISTIAN FERREYRA HISTORIA DE VIDA en el Facebook.
Y llegando al final de la nota, todavía no les conté una cosa más que hace Cristian, y es que tiene su propia huerta.
Bueno aunque sea un poco dura, me voy a despedir con una frase con interrogante: ¿de qué nos quejamos?