El joven de San Ignacio que resultó ganador de los 10.128.840 pesos de la Quiniela Poceada Misionera, que había hecho su jugada en la Agencia N° 301 (vendedor N°406) de la Capital de las Ruinas Jesuíticas, y tuvo la suerte de su lado en el Sorteo N° 2342 efectuado en la siesta del 22 de febrero, afirmó que se negaba a controlar el ticket al enterarse que el premio había salido en esa localidad.
Contó que apuesta desde los inicios de este juego del IPLyC SE, “cuando había oportunidad. Si bien alternaba con otros, siempre tuve confianza a la Poceada, porque la veo como un juego a la medida de los misioneros”.
Agregó que, depende del pozo, “confecciono dos o tres boletas, aunque ese día, estaba complicado con el trabajo y pedí al vendedor que me hiciera una sola, y de manera aleatoria”.
Cuando en la ciudad comenzó a correr el rumor que el nuevo millonario era de San Ignacio, “me negaba a revisar el ticket, era una sensación rara. Incluso, me llamó un familiar que tiene que ver con la venta de juegos de azar y me preguntó si no sabía quién había sido el afortunado o ¿no será tuyo? Ni idea, le respondí”, señaló el hombre, que se mostró “contento pero cauteloso”.
El pozo estimado para el sorteo de esta siesta es de 3.890.000 pesos.