Quien haya caminado por las calles de Posadas o su costanera, habrá observado chicos y chicas ejercitándose en las barras fijadas en distintos sitios. Poco a poco el paisaje urbano se pinta de jóvenes realizando actividad física. En este caso, hablamos de calistenia.
Se trata de una antigua disciplina deportiva que consiste en realizar ejercicios -dinámicos o estáticos- con el propio peso corporal. Se caracteriza por trabajar grupos musculares con el fin de adquirir fuerza, resistencia, mejorar la flexibilidad y perfeccionar el equilibrio.
En los últimos años este deporte se popularizó y comenzó a tomar fuerza en la ciudad. Y es que además de tratarse de actividad física, también es un fenómeno social y cultural interesante, puesto que al realizarse principalmente al aire libre y en espacios públicos, se genera un ambiente colaborativo, de interacción y motivación entre los practicantes.
Para conocer acerca de los inicios y la vigencia de este movimiento en Posadas, PRIMERA EDICIÓN conversó con Álvaro Congost, quien formó parte de uno de los primeros grupos. Es instructor personal y de gimnasio, y aunque en la actualidad no se dedica completamente a la calistenia, aprecia que la actividad haya crecido e incorporado muchos aficionados con el correr de los años.
Todo empezó en el verano del 2014, Álvaro contó que “salía a caminar usualmente para despejarse, y siempre veía a unos chicos haciendo ejercicios en las barras del primer tramo de la costanera. Decidí acercarme y resulta que eran unos conocidos del barrio, me sumé y empezamos. Al principio aprendimos viendo videos en la plataforma YouTube, de atletas rusos haciendo calistenia”. Además, comentó que para ellos era “como un cable a tierra” ir a entrenar y distenderse.
Lo que en un comienzo generaba curiosidad y miradas ajenas, con el tiempo se volvió una actividad habitual para los jóvenes de distintas edades que se unían a entrenar.
“Compartíamos los conocimientos que cada uno tenía, por ejemplo, si alguno ya tenía experiencia en algún deporte”, contó Álvaro y aseguró “nos juntábamos tres o cuatro veces por semana, también salíamos a caminar por la ciudad para encontrar sitios en los cuales poder ejercitarnos”. Así, manifestó que “notar los avances propios que se alcanzan y los de tus compañeros motiva mucho, estábamos muy entusiasmados”. En este sentido, cabe aclarar que, al practicar calistenia las rutinas se adaptan según las características físicas y capacidades de cada persona. De esta manera, los ejercicios se realizan con progresiones, a medida que se logre poco a poco dominar el peso corporal.
Puntos a favor de la calistenia
Una de las características principales de esta disciplina, se centra en que se la puede practicar al aire libre, en los hogares, o en cualquier sitio donde estén disponibles elementos y/o estructuras útiles para ejecutar algún ejercicio. “La calistenia como ‘deporte urbano’ comenzó como ‘rebelde’. Se trata de una alternativa al gimnasio, es gratis y, al realizarla en espacios abiertos, permite que te vuelvas más creativo” opinó Álvaro.
Otra de las ventajas se vincula con la posibilidad de ejercitarse de manera individual o grupal. Hay quienes prefieren desarrollar su rutina en solitario, conocer sus limitaciones e ir adaptando las progresiones según los avances obtenidos. Por otro lado, existen personas que optan por sumarse a algún grupo o acercarse a un ‘punto de encuentro’ particular. Así lo ejemplificó el entrevistado: “trabajar en equipo genera un ambiente de apoyo mutuo, nos colaborábamos y cuidábamos entre todos. También nos entusiasmaba el progreso de cada uno y eso era reconfortante”.
Mirada profesional
Al iniciarse en un deporte, en este caso la calistenia, cada persona persigue un objetivo: ganar masa muscular, lograr mayor flexibilidad, ejercitar la resistencia, enfocarse en el equilibrio, entre otras mejoras que incluso pueden trabajarse en simultáneo. Para sumar una opinión profesional acerca de esta disciplina, PRIMERA EDICIÓN dialogó con Horacio Melo, quien es deportólogo y gastroenterólogo de larga trayectoria en la provincia.
“La calistenia es recomendable porque se trabaja con el propio peso muscular, no hay cargas adicionales. Se pueden ejercitar brazos, abdomen, piernas, si se entrena bien, prácticamente todos los grupos musculares”, explicó el especialista.
Sin embargo, es de suma importancia aclarar que lo ideal es que “sea un trabajo guiado por profesionales” o “mediante consulta previa”. Melo detalló que los límites de cada persona varían y que un factor importante a tener en cuenta es la edad, además del estado físico previo: “Por ejemplo, alguien de 50 años va perdiendo masa muscular, en ese caso si realiza calistenia ganará coordinación, elasticidad, pero para mejorar el volumen de la masa muscular es recomendable que combine esta disciplina con gimnasio u otra opción que complemente el objetivo”.
Otro consejo fundamental al practicar este deporte, es “realizar la entrada en calor correspondiente y las elongaciones posteriores al finalizar el ejercicio, para evitar contracturas, calambres, lesiones o dolores en las articulaciones”, recomendó.
Respecto al trabajo al aire libre, el deportólogo opinó que al “al correr aire natural” es algo positivo, ya que “a veces, hay espacios cerrados de entrenamiento que tienen solo ventilador y el aire que circula suele ser sofocante”. Sin embargo, enfatizó en tener en cuenta el horario elegido para ejercitarse: “debería ser a la ‘tardecita’, cuando baja el sol. Últimamente estamos con temperaturas que rondan los 40°, esto genera riesgo de deshidratación y golpes de calor si no se toman las precauciones necesarias”.
Actualidad
La ‘movida’ de la calistenia en Posadas fue afianzándose con el correr de los años, y hoy en día convoca a gente de distintas edades que quiere emprender una vida más saludable incorporando nuevos hábitos y actividad física a sus vidas.
“Lo que empezó con un pequeño grupo de chicos y una página de Facebook donde se subían fotos y videos de los progresos, a modo simplemente de ‘archivo’, se convirtió en un fenómeno popular que, afortunadamente, hoy se practica en distintos puntos de la ciudad”, contó Álvaro.
El hecho de que se hayan instalado ‘circuitos de calistenia’ en distintas zonas de Posadas, permite que “la actividad se descentralice” y que las personas que quieran ejercitarse cuenten con barras y espacios aptos. “Al principio, con las pocas instalaciones que había en la costanera, llevábamos aserrín para poner en el suelo y que quede una ‘base’ más segura” recordó. Actualmente “muchos de los espacios instalados cuentan con piso de caucho, especial para garantizar mayor seguridad”.
En otro orden, el joven relató que “en los últimos años se conformaron grupos que se dedican a entrenar también para competir en eventos del nordeste, y tienen muy buen nivel”. Lo cual deja a la vista que la actividad creció favorablemente desde sus comienzos, en el sentido de que es positivo que cada vez más personas conozcan esta alternativa de entrenamiento ‘urbano’, pues, realizar actividad física siempre es un punto a favor para mantenerse saludables.
Aunque este deporte puede practicarse individualmente y en cualquier sitio, para quienes prefieran utilizar los gimnasios urbanos construidos en la ciudad, pueden acercarse a cualquiera de los cinco puntos disponibles hasta el momento: en el Acceso Oeste, La Cascada, Costa Sur, Escalera 1er tramo de Av. Costanera y en la zona del balneario El Brete.