Luego de que Adolf Hitler atacó a la Unión Soviética en 1941, rompiendo el pacto de no agresión, Iósif Stalin se vio orillado a buscar nuevos aliados, por lo que restableció las relaciones diplomáticas con Polonia, lo que permitió el reagrupamiento del Ejército polaco bajo las órdenes del general Wladyslaw Anders.
Los soldados polacos viajaron hacia su país desde distintos territorios, como Irán, Irak, Siria, Palestina y Egipto, y en 1942 encontraron entre los civiles a un pequeño niño acompañado con un oso cachorro huérfano.
El animal fue comprado al niño por un puñado de monedas persas, chocolate, un cuchillo suizo y un poco de carne. El pequeño oso recibió un nombre típicamente polaco: Wojtek, que significa “Guerrero sonriente”.
Su primera cuidadora fue Irena Borkiewicz, quien se mudó con el oso fuera del campamento militar y más adelante decidió obsequiarlo a uno de los líderes del Ejército polaco, por lo que fue aceptado y considero un camarada del vigésimo segundo cuerpo de transporte de artillería.
El oso aprendió a saludar y a identificar vehículos desde la cabina del conductor. Las fuerzas del general Anders fueron puestas a disposición del desplegado británico, que ordenó su despliegue en Italia para unirse a los aliados contra Benito Mussolini. Y aunque el transporte de animales estaba prohibido, Wojtek era tan conocido que viajó con su fuerza de artillería.
Las fuerzas polacas recibieron la orden de asaltar la fortaleza de Monte Cassino, controlada por los alemanes. Durante la confrontación, el oso fue útil en el traslado de armamento entre las fuerzas polacas.
El ejército del general Anders terminó en Escocia, incluido el oso Wojtek, en un campo de refugiados en el que poco a poco se fue desintegrando la fuerza militar para tratar de retomar sus vidas civiles.
En 1946, concluida la guerra y a pesar de su servicio, no hubo una atención formal a favor de Wojtek, quien fue finalmente adoptado en el zoológico de Edinburgo.
“Instantáneamente se convirtió en el animal más visitado del zoológico y generó mucho más dinero del necesario para su manutención”, expresaron en una nota internacional. Wojtek murió en el exilio escocés siendo el gran protagonista de un zoológico, sin regresar a Polonia, el 2 de diciembre de 1963, a los 21 años de edad. Hoy aún lo recuerdan en varios países de Europa.
Fuente: mundo.sputniknews.com