Brasil, uno de los países más azotados por la pandemia de coronavirus, alcanzó este miércoles un nuevo récord diario de casos de COVID-19 al notificar 224.567 positivos en las últimas 24 horas, informaron fuentes oficiales. El anterior récord de infecciones en un sólo día fue el pasado 19 de enero, cuando el vecino país notificó 204.854, según los datos del Consejo Nacional de Secretarios de la Salud (Conass) de los 27 estados brasileños.
Brasil sumó además 570 muertes asociadas al COVID-19 en el último día, con lo que el balance total de fallecidos ascendió a los 624.413 y el de infectados superó los 24,5 millones desde la irrupción del virus en el país, hace casi dos años.
Desde que comenzó el año, el país afronta una nueva ola de la pandemia provocada por la contagiosa variante Ómicron, que ha disparado las infecciones de forma exponencial y está empezando a presionar el sistema público de salud.
Una de las situaciones más complicadas se vive actualmente en el Distrito Federal de Brasilia, donde las unidades de terapia intensiva están colapsadas, después de que el número de casos de coronavirus saltó un 1.370 % en los últimos 20 días. De todos los pacientes con COVID-19 ingresados en cuidados intensivos de la capital brasileña, el 90 % son no vacunados o con el ciclo de inmunización incompleto.
Otros estados brasileños también están empezando a experimentar un aumento de las hospitalizaciones vinculadas a la pandemia. Un informe divulgado este miércoles por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), uno de los centros de investigación médica más prestigiosos de Latinoamérica, advirtió que el sistema público de salud de 19 de los 27 estados brasileños se encuentra en alerta.
La tasa de ocupación de las camas de cuidados intensivos supera ya el 80% en al menos 7 estados brasileños, mientras que en otros 12 está en porcentajes superiores al 60%.
Los Estados con ocupación crítica en camas UCI son el Distrito Federal (98% de ocupación), Rio Grande do Norte (83% de ocupación), Goiás y Piauí (82% de ocupación), Pernambuco (81% de ocupación), Espírito Santo y Mato Grosso do Sul (80% de ocupación). En tanto que entre los Estados con nivel de alerta intermedio están Mato Grosso (78% de ocupación), Tocantins (77% de ocupación), Pará (76% de ocupación), Amazonas y Ceará (75% de ocupación), Roraima (70% de ocupación), Amapá (69% de ocupación), Bahía (67% de ocupación), São Paulo (66% de ocupación), Rondônia (65% de ocupación), Río de Janeiro (62% de ocupación), Paraná (61% de ocupación). Por último, los Estados fuera de la zona de alerta son Rio Grande do Sul y Maranhão con 57%, Alagoas y Santa Catarina con 53%, Hectárea con 45%, Paraíba y Minas Gerais con 28%, y Sergipe con 25%.
Aun así, el vertiginoso crecimiento de la curva de contagios no se ha reflejado, en la misma proporción, en el número de fallecidos, aunque los 487 decesos notificados el martes y los 570 de este miércoles son las cifras más altas desde noviembre pasado. Si bien esos números están muy lejos de los 4.249 decesos del 8 de abril de 2021, máximo histórico desde el inicio de la pandemia.
Los expertos epidemiológicos atribuyen ese desfase entre la explosión de contagios y el ligero aumento de las muertes a la campaña de vacunación, que en poco más de un año ha permitido que un 70% de los 213 millones de brasileños esté con la pauta completa.
Aun con todo, Brasil es el segundo país del mundo con más fallecidos por COVID-19, con 624.413, justo después de Estados Unidos, y el tercero con más positivos, con 24.535.884, tras EE.UU y la India
Fuente: Medios Digitales