Ante las altas temperaturas que se registran, especialistas instan a tomar recaudos y cuidar la salud para evitar golpes de calor, asociados a la exposición al sol o altas temperaturas o ambientes calurosos. Para prevenir estos cuadros, sobre todo en bebés, adultos mayores o personas de riego, es importante mantener la hidratación, evitar la exposición prolongada al sol, realizar actividades deportivas o actividades intensas al aire libre sin protección y utilizar vestimenta ligera complementando con sombreros y/o gorras.
El médico generalista, Daniel Ferreyra expuso en comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones, que es importante identificar que tanto el golpe de calor como las insolaciones son trastornos ocasionados por aumento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas, humedad o esfuerzo físico intenso.
“Esto es más peligroso en determinados grupos etarios, menores de cinco años y en los adultos mayores, razón por la que hay que estar atentos a determinados síntomas”, remarcó.
Instó a estar atentos a las señales como “presencia de sudoración excesiva, piel pálida, sensación de calor sofocante, sed intensa, sequedad en la boca e incluso de otros síntomas más intensos como calambres, debilidad, dolor de cabeza, mareo o desmayo. Descomposturas en general, aumento de la temperatura como un cuadro febril, piel roja, respiración agitada, dolor palpitante en la cabeza, son síntomas que nos indican que algo tiene este paciente”, detalló Ferreyra.
Ante los síntomas antes mencionados, el médico expuso que es necesario consultar a los profesionales de salud, sobre todo prestar atención a los adultos, niños o pacientes con enfermedades crónicas como diabéticos, hipertensos u otros.
A modo de ejemplo, el profesional indicó que en el caso de los lactantes, una manera de prevenir los golpes de calor es dar el pecho materno con mayor frecuencia, además de mantener la buena hidratación de la madre. A los mayores ofrecer agua, jugos naturales con mayor frecuencia.
“Hidratarse, aunque se debe evitar la ingesta de bebidas alcohólicas. Permanecer en lugares frescos y ventilados, el caso de los niños, mojarlos, proponerles actividades más tranquilas, sobre todo en los horarios de la siesta y entender que los adultos mayores tienen disminuidos el reflejo de la sed, entonces ofrecerles de manera permanente”.
Ferreyra recomendó a la familias, que ante la duda consultar a un profesional de salud para tener un diagnostico, “lo normal es que una persona no tenga fiebre, dolor de cabeza, esté bien de ánimo, entonces si los padres, familiares o personas cercanas notan que algo está alterado, es necesario consultar al médico. Es importante no automedicar o automedicarse y consultar lo antes posible”.