Por un conflicto familiar, 15 trabajadores de un aserradero pueden quedar sin sus fuentes laborales. Hace seis meses el propietario falleció y una hermana fue a reclamar las maquinarias y el resto de las instalaciones. Los trabajadores y sus familias están acampando en el lugar mientras esperan que intercedan el Sindicato de Obreros de la Industria Maderera y el Ministerio de Trabajo.
Aseguraron que seguirán en las instalaciones junto con sus familias para defender sus puestos de trabajo. Desde el 3 de enero decidieron acampar, para impedir que se lleven las máquinas y desarmen el resto de las instalaciones.
Hace seis meses el propietario de la empresa en cuestión (Rubén Neuendorf), que está ubicado en el Parque Industrial de San Vicente, falleció y su cónyuge siguió a cargo de la industria.
Los obreros continuaron trabajando bajo las órdenes de la esposa (Cintia Correa) como lo venían haciendo hasta la desaparición física de su patrón inicial.
El 24 de diciembre pasado se hizo presente en el lugar una hermana del difunto (Ana Neuendorf) para verificar sobre las máquinas con una orden de la Justicia. Cuando los obreros se dieron cuenta, habían desarmado las maquinarias y se disponían a llevarse todo, incluso las instalaciones y el galpón. Ante esto, los trabajadores reaccionaron y decidieron acampar en el lugar para impedir que se lleven las maquinarias y queden sin trabajo.
Valerio Márquez, el empleado más antiguo del aserradero, relató a PRIMERA EDICIÓN cómo se dieron los hechos.
“El 24 de diciembre vino la hermana de nuestro patrón que falleció hace seis meses a constatar las maquinarias y comenzó a desarmar todo. Me di cuenta de lo que estaban haciendo y llamé a todos mis compañeros de trabajo y a la señora del patrón que quedó a cargo para ver qué estaba pasando”, dijo.
“Entre todos decidimos quedarnos en el galpón con nuestras familias para resguardar nuestra fuente de trabajo. Desde el 3 de enero estamos acampando y llamamos al Sindicato de los Obreros de la Madera y al Ministerio de Trabajo para que intercedan por nosotros. Vinieron, nos tomaron los datos y dijeron que esperemos hasta que se resuelva todo”, amplió.
Son 15 los obreros que trabajan en forma permanente y otros que desempeñaban ciertas funciones en forma temporal.
“Todos trabajamos en negro. Yo soy el más antiguo, llevo once años en el aserradero y los otros tienen de uno hasta ocho años de antigüedad. Siempre trabajamos en negro y cuando venían las inspecciones el patrón nos avisaba y nosotros salíamos de la industria. Ahora queremos la indemnización o que sigamos trabajando con la señora con la cual estamos ya hace un tiempo”, sostuvo Márquez.
El aserradero está ubicado en el Parque Industrial de San Vicente en el kilómetro 48 de la ruta provincial N°13, detrás del cementerio. La intención de los trabajadores es continuar trabajando bajo las órdenes de la cónyuge de su patrón fallecido o ser indemnizados.