La ciudad correntina de Mercedes se vio colmada de devotos que asistieron desde distintas partes de la provincia y el país para reivindicar al “Gaucho Antonio Gil”. La celebración inició el jueves por la noche con una misa.
Sumidos en celebraciones, cantos, música y bailes los peregrinos rodearon la ruta 213 cerca de la medianoche.
Debido a la cantidad de personas que se esperaba que asistieran -unas 300.000-, la policía estableció más de 20 centros de control, además de 200 efectivos encargados de regular el orden en el tránsito, agobiado de largas filas y sobre los fieles reunidos masivamente.
En este contexto, no se observaron estrictos controles de sanidad relativos a los protocolos vigentes por la pandemia, ni un cumplimiento efectivo del distanciamiento social. Sin embargo, ante esta situación la Policía de Corrientes optó por disponer de un camino interno del predio para que los fieles accedieran a la “Santa Cruz”, y no se amontonaran en las banquinas, como solía suceder años anteriores.
Para acercarse al santuario, los devotos pudieron movilizarse en distintos medios: autos, colectivos, motos, a pie; muchos de ellos llevaban estatuas o estampitas del “Gauchito” y/o vestían alguna prenda o algún detalle de color rojo, en alusión al Santo. En este orden y como “dato de color”, el boxeador Marcos “Chino” Maidana, campeón del mundo, llegó a la ciudad de Mercedes en su bicicleta para participar del homenaje.
Los peregrinos motivados por la fe y el agradecimiento al Santo Pagano por cumplir sus promesas, pudieron pasar frente a su imagen para dejar sus ofrendas, saludos o dedicarle una noble oración.
En la capital de Corrientes y en otros puntos de la provincia también se llevaron a cabo celebraciones y reuniones con el mismo entusiasmo y convicción que en la ceremonia central. Pese a la contundente ola de COVID y con escasos controles sanitarios, el Gauchito Gil fue venerado en su día.