Pasaron más de 15 años de la muerte de Pablo Plaul, el estudiante de 17 años que perdió la vida tras sufrir una descarga eléctrica en un hotel de Puerto Iguazú en 2006. No obstante, su familia no descansa.
Tras el rechazo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de reabrir el expediente, Héctor Plaul, padre de Pablo, manifestó que “claramente, como era de esperar, la Justicia argentina funciona muy mal” y que recurrieron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Está muy claro que Pablo murió por homicidio y esto lo digo porque la última instancia (Corte Suprema) a la que hemos llegado simplemente no revisó la causa penal plagada de irregularidades que se instruyó en Puerto Iguazú, y en otras instancias en Eldorado”.
Plaul fue incisivo con las irregularidades con las que se manejó la causa. “Aparecieron dos testigos, en un momento que nunca nos enteramos (…) El juez José Pablo Rivero, a pedido del fiscal sobreseyó al único imputado. No habían pruebas para hacer eso, porque para que un fiscal pida eso tiene que haber un estado de certeza total (…) Dudas había un montón y no fue un accidente. Acá está claro que hubo voluntad humana de no instalar ni térmicas ni disyuntores ni jabalinas, una verdadera actitud homicida”.
De esta manera, mencionó que ya realizaron la presentación ante la CIDH y nuevamente en este mes lo volverán a hacer. Plaul aseguró que “en un momento este juicio de va a hacer en Argentina y esta persona, que fue sobreseída en distintas instancias plagada de irregularidades, va a ser condenada o al menos no va a poder demostrar nunca que no tuvo nada que ver porque el mote que le cabe es homicidio culposo o con dolo eventual (..) Esta persona no va a poder gozar en sus memorias”.
Tragedia
Pablo Nicolás Plaul (17) era de San Justo, en la provincia de Buenos Aires, y había llegado a Puerto Iguazú junto a 38 compañeros para disfrutar de su viaje de egresados y, a la vez, entregar donaciones a una aldea guaraní de la zona.
Alrededor de las 19.40 del jueves 19 de octubre de 2006, Pablo jugaba al vóleibol en el patio de un hotel de avenida República Argentina de Iguazú cuando entró en contacto con una farola, sufrió una descarga de 217 voltios y murió.
Las pericias determinaron que el portalámparas tenía un cable pelado y no contaba con disyuntores, jabalinas u otras medidas de seguridad. Además, se supo que ni ese predio donde todo ocurrió ni la piscina del hotel -en ese momento, en construcción- contaban con habilitación por parte de ninguna autoridad competente.
En un primer momento, el dueño del hotel fue imputado por “homicidio culposo”, pero luego la fiscalía -con las mismas pruebas utilizadas para la acusación- pidió el sobreseimiento de ese hombre y cerró la causa. La familia lucha por la reapertura del expediente.