Ya casi entramos al último mes del año, no sé ustedes pero uno empezá a sentir que la Navidad se va asomando, empiezan a aparecer las vidrieras llenas de Papá Noel, de lucecitas de colores y brillo. Así que te pregunto, en tu corazón, en tu interior ¿Cómo está tu Navidad, te estás preparando para ese renacer que implica esta fiesta?
Tenemos el poder de elegir todas las cosas que necesitamos sanar para cambiar nuestra vida, para mejorar como personas, para crear nuestra mejor versión.
Hagamos un juego, te propongo que así como todos los días te vestís para salir al mundo, también uses una capa inviable de color verde, que te imagines que es de pura de luz donde puedes sentir que sos amor al ponértela, que estás sanando los vínculos que necesitas para avanzar. Sólo se consciente con cada persona que te relacionas que esta capa de Luz invisible está ahí haciéndote mejor persona. Sí, se que parece un juego de niños, pero a veces es necesario encontrar el camino para sacar a pasear a nuestro niño interior, él es nuestra más pura inocencia, nuestro verdadero ser, solo que nos olvidamos al crecer.
En esta ocasión hablé del verde para que podamos terminar el año llenos de amor, sintiéndonos bien con nosotros, dejando atrás eso que nos quita la paz, pero no es sólo alejarse de eso, tener paz implica aceptar esa situación o persona, darle gracias y en caso te tener que perdonar poder hacerlo.
El verde trabaja directamente con el corazón, nos ayuda a conectarnos con el otro, es el color de la sanación por excelencia, así como el azul nos da la tranquilidad necesaria para enfrentar situaciones.
Ojalá te animes a jugar este juego conmigo y empezar diciembre lleno de tu verdadero de ser, mostrando eso que somos, mostrando el amor que somos y que podemos ser.