El fiscal del Tribunal Penal 1 de Eldorado, Federico Rodríguez, solicitó ayer prisión perpetua para el soldado Leandro Villar (21), acusado por el femicidio de Vilma Mercado (19), perpetrado el jueves 24 de octubre de 2019 en la ciudad de Puerto Iguazú. Fue en el marco de los alegatos de las partes, que se llevaron a cabo en la sala de audiencias del mencionado Tribunal.
El representante del Ministerio Público pidió que el imputado reciba el monto de pena estipulado para los delitos de “abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por femicidio y criminis causa, robo y homicidio agravado por placer”. Por su parte, quien ejerce la defensa del sospechoso, el letrado Sebastián Benitez solicitó que su cliente sea “sobreseído por el beneficio de la duda”. Luego de concretadas las argumentaciones de ambas partes ante los jueces, se informó que la lectura de la sentencia será el próximo martes a las 8.
“Despreció la vida de una mujer”
En su alegato, el fiscal Rodríguez en principio hizo una narración de los hechos que derivaron en el crimen de Vilma Mercado, fundamentando en dichos de testigos (en este caso tres amigas de la víctima, su madre y su hermanastra), el porqué el soldado Villar fue señalado desde el principio de la investigación como sospechoso.
Teniendo en cuenta que la joven días antes del crimen llegó a confiarles a sus familiares que estaba viéndose con alguien, si bien no se tenía la identidad de esa persona, a través de los chats de sus amigas, y por dichos de ellas se pudo inferir que era Villar. Finalmente, tras la pista de que el acusado le había prometido ayuda para entrar al Ejercito, determinaron que era él. La hermanastra de Vilma se entrevistó con un militar y obtuvo el número celular del sospechoso, se comunicó y lo citó para hablar. Luego la policía intervino incautando su celular. Al descubrir mensajes con ella el día que fue vista por última vez, se cerró el círculo sobre el soldado.
Para el fiscal, “asistimos a un caso donde se despreció la vida de una mujer, se la trató como una cosa descartable y se la cosificó. Pactó un encuentro con ella sabiendo que la iba a matar, esto estaba pre concebido. Quería tener una relación sexual con ella y luego matarla, por placer. Luego ocultó el cuerpo, y tuvo la frialdad de enviarle mensajes por chat sabiendo que estaba muerta, con la intención de desviar la investigación. En toda mi carrera es el caso más grave que veo en perjuicio de una mujer”.
Luego y acerca del caudal probatorio contra el imputado, Rodríguez señaló que “está comprobado por las pericias telefónicas que Vilma fue asesinada entre las 0.10 y la 1.12 del jueves 24 de octubre de 2019. Sencillamente porque los teléfonos de ella y el de Villar coinciden en estar en ese horario en el lugar donde luego hallaron el cadáver, una zona conocida como Villa Cariñito en Puerto Iguazú. El de ella no tuvo más conexión, el de él sí”.
El acusado intentó dar una coartada cuya continuidad horaria sería imposible al ser cotejada con los registros telefónicos.
Además, inventó que ella subió y se fue con un desconocido en un Volkswagen Gol Trend negro. Dijo varias cuestiones que son incoherentes y sin sentido. Como ser que la mordedura en una de sus manos, que se comprobó era de Vilma, fue un accidente cuando él le convidó chicle, que la cinta de embalar que utilizó para inmovilizarla al momento de abusarla y matarla en realidad él se la prestó al conocido de Vilma para que arregle el automóvil, entre otras cuestiones.
Además, le robó el teléfono celular que luego fue identificado en este juicio por su madre y se apropió de su chip afirmando que ‘lo recogió del piso cuando ella lo tiró’, siendo que la joven jamás descartaría un chip con cuestiones íntimas y era de esas personas que siempre se comunicaban con sus familiares. Por eso pido el máximo de la pena, porque en toda mi carrera profesional vi algo así, que alguien mate por placer y al momento de tener el acto sexual”.
“No se investigó al exnovio”
A su turno y a la hora de argumentar su pedido de “sobreseimiento por el beneficio de la duda”, el abogado Sebastián Benítez pidió al Tribunal que “investigue a los dos hombres a los que jamás se podrá saber si estuvieron vinculados al crimen de Vilma. Ellos son su exnovio que había cortado la relación con ella cuatro días antes del hecho, y que nunca fue citado a declarar durante la instrucción de la causa, al menos para saber dónde estaba el día del homicidio”.
“Más considerando que estadísticas oficiales indican que el 60% de los femicidios son cometidos por parejas y exparejas. El otro que nunca fue investigado fue el hombre de Eldorado cuyos datos figuran en un documento hallado en la escena del hecho, y que coincidentemente maneja un Gol Trend color negro, el mismo que Villar describió como el vehículo en el que subió la víctima cuando la vio por última vez”, sostuvo.
“Ojalá que a tu hija no le pase lo mismo”
Al finalizar la jornada de ayer se registraron incidentes protagonizados por familiares de la víctima y unos manifestantes, quienes al momento del traslado de Leandro Villar de regreso a la cárcel, habrían intentado agredir a la madre del acusado y amenazaron al abogado, lo que motivó la intervención policial para apaciguar los ánimos.
Sin embargo y al considerar que no tiene garantías para su seguridad, el mencionado letrado decidió no presentarse el día del veredicto.
Poco antes del mediodía y tras finalizar los alegatos el presidente del Tribunal, Atilio León, dialogó con los familiares de Vilma Mercado para que estos a su vez hablaran con un grupo de manifestantes, apostados a la salida del edificio judicial, ubicado sobre la calle San Juan 1790, entre América y San Luis de la ciudad de Eldorado.
Luego de casi dos horas, tanto la madre del imputado Villar como su abogado pudieran salir sin que se reiteren los incidentes.
El citado Tribunal a simple vista no cuenta con la estructura edilicia necesaria para que distintos grupos de personas, del Poder Judicial, imputados y familiares, puedan salir con las garantías de seguridad necesarias.
El abogado Sebastián Benítez afirmó a este Diario que antes de los alegatos una chica del grupo de familiares de la víctima le gritó que “ojalá que a tu hija no le pase lo mismo que a Vilma”, lo que tomó como una amenaza contra la integridad física de su familia.
Por tal motivo y “por falta de seguridad en el recinto” se supo que el letrado no asistirá a la lectura del fallo y además radicaría una denuncia por los citados incidentes ante en el Colegio de Abogados y el Superior Tribunal de Justicia.