Más de 40 ediciones pasaron ya de este encuentro apostoleño que año a año convoca a propios y extraños a celebrar al oro verde, sustento de esta tierra del sur misionero. Fueron muchos quienes la hicieron posible y los que lucharon por darle su propio predio.
Para muchos, el puntapié inicial de la fiesta fue en 1944, en Posadas, cuando además se instituye el Primer Congreso Nacional del Tabaco y la Segunda muestra del Trabajo Regional con la presencia del entonces presidente de la nación, Edelmiro Farrell.
Pero en Apóstoles también hubo un encuentro que significó un primer paso, “Misiones potencial primera”, una gran exposición con festival artístico que se llevó a cabo cuando la ciudad celebró su 65 aniversario y a partir del cual llegaría luego el “Festival de la Confraternidad”, bajo el lema “Apóstoles canta al mundo y el mundo canta a Apóstoles” y, por entonces, recordó el escritor Mario Zajaczkowski, la región ya concentraba la mayor producción y elaboración de yerba mate y la fiesta en su honor sólo había logrado un intento en la capital provincial.
Para 1972 las autoridades municipales y el Comité de Propaganda de la Yerba Mate maduraron la idea de una fiesta y el intendente Julián Zubrzycki, a través de la resolución 19, la declaró de interés municipal y estableció su realización anual, apuntó Zajaczkowski. Primero, en el escenario del patio de la Municipalidad, pero el entusiasmo de la comunidad permitió que la fiesta creciera y requiera de un espacio más amplio. Se trasladó al predio donde se ubica la Escuela de Comercio 3, pero pronto también resultó pequeño y, finalmente, llegó la Expo Yerba, en 1979 y séptima edición.
Con José “Pepe” Puerta en la comisión directiva, secundado por “Tito” Casares, Manuel González, Mariano Malarczuk, Hipólito López y Anastasio Zembrezki, durante la intendencia de Gabriel Gelabert, se apostó a un espacio estratégico, con la infraestructura necesaria y una superficie cubierta para albergar a 4 mil personas.
Muchos trabajaron incansablemente para levantar este espacio. Mariano Malarczuk, por ejemplo, llevó a cabo la construcción de los tinglados, también del que más tarde fue el albergue, como así también la primera estructura de lo que hoy es el cartel de entrada al predio.
En 1981, por resolución 5, la Subsecretaría de Turismo declaró a Apóstoles “Capital Nacional de la Yerba Mate” y sede permanente de la fiesta.
A lo largo de la historia pasaron celebridades como “Grandes Valores del Tango” con su animador Silvio Soldán; Julio Marbiz fue el encargado de presentar a Los Chalchaleros, Ramona Galarza, Los Fronterizos, Ariel Ramírez, Los Reyes del Chamamé, Antonio Tarragó Ros, Los de Salta, el soldado Chamamé, Horacio Guarany, Los Cantores del Alba, Luis Landriscina, el Chango Spasiuk, el Chango Nieto, Jorge Cafrune y Marito, Los Hermanos Cuestas, Isaco Abitbol, Los Indios Tacunau, Los Altamirano, Luciano Pereyra… Y este año, Abel Pintos.
Y 43 años después volverán a reunirse viejos barbacuá y los más modernos secaderos, porque, como dice José Zajaczkowski, este encuentro “nació como todas las cosas bellas a las que el hombre da forma” y Mariano Malarczuk volverá a insistir con “enderezar la cintura quebrada para dar la mano al amigo y la sonrisa al visitante, encontrarse para abrir nuevas picadas a la imaginación emprendedora, teniendo en nuestras manos la amistad que surge del mate como nuestro único símbolo todos y entre todos cuidar al producto más importante de la tierra colorada”.