La indagatoria al sargento integrante de una patrulla del Comando Radioeléctrico Oeste que durante la madrugada del sábado 30 de octubre participó del procedimiento que culminó con una joven de 27 años internada con heridas en el pecho por los balines de goma de un disparo de escopeta, será este miércoles en el Juzgado de Instrucción 3, tras diferirse ayer la citación.
El suboficial de la Policía de Misiones podrá abstenerse de responder, lo ampara el derecho a no declarar en su contra, pero se aguarda con expectativa su presunta coartada de que el ataque a la víctima fue accidental. Según fuentes consultadas por este Diario, su versión podría apuntar a que el procedimiento en el que repelían una pelea entre muchachos sobre la avenida Cabred casi Uruguay, cerca de un local bailable, se vio entorpecido por la joven que intentó arrebatarle la escopeta Browning y que en el forcejeo la muchacha quitó el seguro al arma y esta detonó.
Hasta el momento no hay voces ni evidencias que le den asidero a hipótesis. Por el contrario, las amigas de la víctima directa, entre otras personas, con quienes aguardaba el colectivo para regresar a su casa, habrían visto al uniformado apuntar y disparar a la altura del tórax y a corta distancia.
En cuanto al estado de la joven, continúa internada en el Hospital Ramón Madariaga y hoy tiene horario y quirófano asignado para ser operada, para limpieza de las heridas pero también para que se le retiren las municiones de goma que tiene incrustadas en el pecho y que pusieron en serio peligro su vida.
La evolución fue estimada en 120 días con tratamientos y curaciones, teniendo en cuenta además que no se presenten infecciones.
El incidente se desató a las 5.40 sobre la avenida Cabred a pocos metros del cruce con Uruguay cuando una patrulla del Comando Oeste y una camioneta de Guardia Infantería irrumpieron frente a una parada de colectivos.
Los uniformados descendieron para frenar un incidente entre muchachos. Pero la pelea se transformó en represión y el daño extremo fue para la muchacha que aguardaba sentada en la parada el colectivo.
Los perdigones o postas de goma de la escopeta le dieron de lleno en el pecho a la víctima quien, durante varios minutos, debió aguardar por el arribo de una ambulancia mientras sus amigas le gritaban por socorro a los efectivos policiales.