Desde hace 13 años (en 2011), el 28 de octubre está señalado en el calendario internacional como el Día Mundial del Judo, una disciplina a medio camino entre el deporte y el arte marcial, conocida como camino de la flexibilidad, de la adaptabilidad y también llamada “camino de la suavidad”.
La fecha elegida por la Federación Internacional de Judo para esta conmemoración es el día de cumpleaños de su creador, el japonés Jigoro Kano, nacido el 28 de octubre de 1860 en una pequeña ciudad llamada Mikage, cerca de Kobe.
Cuenta la historia que cuando era un joven estudiante, sufría la debilidad de su constitución física, por la que era objeto de brutalidad de compañeros, y se dispuso a superar el desafío.
Había oído hablar de los métodos de Jiu-Jitsu, gracias a los cuales un débil puede vencer a un adversario mucho más fuerte.
Su intención era fraguar seres fuertes, sanos y útiles a la sociedad. Para ello, recopiló la esencia técnica de dos de las antiguas escuelas de jujitsu -la Tenjin Shin’yō-ryū y la Kitō-ryū- que se basaban en la lucha cuerpo a cuerpo y que eran practicadas por los antiguos guerreros feudales samurai en el campo de batalla hasta el inicio del siglo XIX, y fundirlas en una sola: el judo.