Los problemas de adicciones con psicofármacos, la mayoría de las veces asociado al consumo de bebidas alcohólicas, aumentaron significativamente en Misiones desde el inicio de la pandemia, al igual que en el resto del país. Y hay una particularidad que se ve en nuestra provincia: hay más pacientes mujeres que llegan al consultorio, de hecho es el único tratamiento de consumo problemático de sustancias en el que, desde 2020 a la fecha, no hay más pacientes varones.
En general, en Misiones, por cada tres hombres que inician tratamiento por consumo problemático hay solo una mujer, según figura en la estadística del Ministerio de Prevención de Adicciones.
El 30% tiene menos de 30 años
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el ministro del área, Samuel López, detalló que solo en lo que va de 2021 iniciaron tratamiento por consumo problemático de psicofármacos 22 personas en el Centro Manantial, de las cuales el 60% son mujeres. Del total de estas pacientes, el 46% tienen más de 51 años, 23% entre 30 y 50 años y el 31% restante es menor de 30 años.
“Si observamos la accesibilidad de los tratamientos de consumos problemáticos por lejos hay mayoría masculina, casi 3 a 1. Pero si tomamos solamente las personas tratadas por consumo problemático de psicofármacos hay mayoría femenina. Si bien no hay un porcentaje mucho mayor, sí llama la atención porque en los otros consumos son minoría”, indicó.
El impacto de la pandemia
Además, observó una reducción de la edad de las personas afectadas, “hay muchos jóvenes, entre los 20 y 40 años, eso no encontrábamos antes con tanta frecuencia, cuando eran más personas mayores que generaron dependencia producto de la prescripción médica. Esto tiene mucho que ver con la pandemia y lo sufrido a lo largo de este tiempo: muchas personas perdieron su trabajo, además de muchas otras razones o variables que podemos presuponer”.
Para el funcionario, “claramente, en Misiones, aumentaron las personas con problemas de adicción a psicotrópicos durante la pandemia. Y nosotros solo tenemos los datos del consultorio, es decir, cuando el aumento del consumo se transformó en un consumo problemático y adicción. Y más complejo aún cuando ese consumo es combinado con bebidas alcohólicas, por eso en su momento salimos a advertir a la sociedad de este peligro”, recordó.
Impulsan el tratamiento de otros pero demoran el propio
“El 80% de las atenciones que realizamos son pedidas por mujeres que recurren por un familiar, un amigo o un hijo… es la mujer preocupada por el otro, pero difícilmente dispone de tiempo para atenderse ella misma”, detalló el ministro de Prevención de Adicciones de Misiones, Samuel López a PRIMERA EDICIÓN.
Esta demora también se observa en la estadística: la edad promedio de atención de pacientes con adicciones es de 33 años en hombres y de 36,5 años en mujeres, “el varón llega al consultorio antes que las mujeres, paradójicamente impulsado por una mujer de su entorno”, reflexionó. Según destacó López, “difícilmente una persona con adicciones pida ayuda para sí misma, generalmente es su familia la que consulta”.
El abandono, las recaídas y reincidencia al tratamiento forman parte de la problemática del consumo de sustancias y las adicciones. “En 2020 teníamos un porcentaje de abandono del tratamiento de un 51% y este año mejoramos la adherencia, ascendió al 54% (46% abandona)”, precisó. Una de las cuestiones que ayudó fue la implementación de las llamadas para reprogramar los turnos cuando el paciente no asiste.
Por una prescripción y dispensación responsables
En coincidencia con la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Misiones, Lorena Schtainer Hendrie, el ministro de Prevención de Adicciones relacionó el fenómeno de la automedicación y el abuso de psicofármacos con un incorrecto asesoramiento por parte del personal médico acerca de cómo debe ser la toma diaria de psicofármacos.
Recientemente, la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) hizo un listado de los 15 productos más vendidos en el país durante la pandemia y en ese listado incluyó a dos psicofármacos: el clonazepan y el alprazolam. Misiones no está exenta de esta realidad y, según indicó Samuel López “el consumo excesivo de ambos lleva a una dependencia y es muy probable que termine en una adicción. El problema es mayor cuando ese consumo está asociado a alcohol y, lamentablemente, este es el caso de la mayoría”.
Por esta razón, el ministro opinó que “la prescripción médica de psicotrópicos debería ser de un médico especializado en la salud mental, no de cualquier médico. Creo que debemos trabajar mucho en la prescripción responsable por parte de los médicos y en la dispensación responsable por parte de los farmacéuticos… en el asesoramiento al momento de la entrega del medicamento sobre el no consumo asociado con otra sustancia como el alcohol u otros medicamentos, el tiempo de consumo. El tema es que si una persona lleva una receta médica, el farmacéutico no tiene sustento para negarse a venderla”.
