La vacuna que conocemos como “Sinopharm” en realidad se denomina “BBIBP-CorV” y fue desarrollada a principios de 2020 por la empresa estatal china “Sinopharm”.
Los ensayos clínicos demostraron que tenía una tasa de eficacia del 79% y tras aprobarla, China empezó a exportarla a otros países. El 7 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también aprobó la vacuna y anunció una eficacia similar de 78,1%.
La vacuna está hecha con el mismo virus del SARS COV- pero inactivado, es decir no puede replicarse. La BBIBP-CorV funciona enseñando al sistema inmunitario a fabricar anticuerpos contra el coronavirus SARS-CoV-2. Los anticuerpos se adhieren a las proteínas virales, como las llamadas proteínas de espiga que tachonan su superficie.
Los virus inactivados se han utilizado durante más de un siglo. Jonas Salk los utilizó para crear su vacuna contra la polio en la década de 1950, y son la base de las vacunas contra otras enfermedades, como la rabia y la hepatitis A.