El skateboarding vive su mejor momento y hoy es el preferido debido a su sencillez y accesibilidad. Se trata de un deporte extremo que surgió en las calles y que este año debutó en los Juegos Olímpicos de Tokio, el mayor escenario deportivo del mundo.
Jorge Hernando (36), integrante de la Asociación de Deportes Extremos de Misiones (ADEX) y federado en la Federación Misionera de Patinaje, practica skateboarding desde hace 20 años y busca que más personas se sumen a esta actividad mediante clases gratuitas para niños de todas las edades.
“El reconocimiento del skate como deporte olímpico llevó a que se vaya organizando. La idea es que existan escuelitas en todo el país para ir forjando un semillero, al igual que en todos deportes que aspiran deportivamente a ganar campeonatos y tienen una estructura que por ahí nosotros no tuvimos”, contó.
Recordó que en sus inicios el skateboarding era marginado y hasta criminalizado. “Quienes lo querían practicar no conseguían lugar y tenían que hacerlo en espacios públicos donde muchas veces eran corridos por la Policía. Antes era considerado una vergüenza andar en skate”, relató. Contó que en Posadas el lugar elegido por los skaters de la primera generación era la plaza San Martín, pero tras tener problemas con los vecinos por los ruidos y todo lo que conlleva cualquier deporte se tuvieron que trasladar hacia otros espacios. Sin embargo hoy en día este deporte ya es aceptado socialmente más aún con su debut olímpico. “Antes el simple hecho de tener una tabla en la mano ameritaba que te pare la Policía. Parte del problema era que la actividad era socialmente arrojada a la marginalidad y no había otra forma de practicarlo que no fuera en la calle. Sin embargo eso cambió y hoy en día son los mismos padres los que apoyan a los hijos que quieren andar en skate”, destacó.
De esta forma, hoy el skate vive un nuevo boom y hasta el mercado se hace eco de este auge. “Es uno de los deportes que más vende económicamente, se lo ve en la tele, en las películas, en la moda, se lo está aprovechando mucho porque es un estilo que vende”, consideró.
Otro de los factores que propició esta fiebre sobre ruedas es la creación de más lugares habilitados para su práctica. “El deporte más popular en la Argentina es el fútbol porque en todos lados se practica y en cada barrio hay una cancha. Lo mismo ocurre con el skate, cuanto más espacios existan obviamente que se popularizó aún más, porque tenés donde ir a andar sin molestar a nadie, algo que antes no pasaba”, sostuvo Jorge.
Explicó además que el skateboarding está dividido en categorías y que una de ellas se llama “Street” porque al ser un deporte callejero se practicaba con elementos que te encontrabas en la vía pública, debido a esto los skaters incorporan escaleras y barandas, que son cosas que normalmente se encuentran en una ciudad. “En Posadas tenemos un Skatepark de Itaembé Miní, en la plaza Villa Urquiza, el de la Costanera, y también hay en Garupá, en Oberá, en Iguazú hay dos mini ramps, y otro en Mado (Delicia), podemos decir que en estos últimos diez años se mejoró mucho y tenemos más espacios”, precisó.
Mencionó que la primera experiencia con Escuelita de Skate en Posadas fue en el año 2011, de la cual surgió un buen semillero y a su vez sirvió para acercar esta disciplina a más personas.
“Se los recibe y se les explica bien con toda la experiencia que uno tiene para que puedan arrancar”, precisó.
Cabe mencionar que las clases de Jorge son gratuitas y se dictan todos los sábados de 10 a 12 en el “Skatepark El Brete”, ubicado en la Costanera de Posadas. “Es un deporte dentro de la categoría de deportes extremos y tienen una serie de requisitos y protocolos, así que estamos trabajando con la Federación Misionera de Patinaje y con la Asociación de Deportes Extremos de Misiones para hacer todo como se debe”, señaló.
Comentó a su vez que “no hay edad para empezar a practicar este deporte”.
“Una vez que el niño camina ya puede comenzar a jugar con el skate, y cuando más chico empieza más fácil aprende, porque así va incorporando el equilibrio para subirse arriba de la tabla, que de grande se dificulta más. También cuesta muchas veces por el miedo, ya que cuando somos chicos somos más mandados, y así es más rápido el aprendizaje. Desde los 3 años ya se puede comenzar a andar”, concluyó.