La fecha surge de un día como hoy, pero en 1904, cuando se sancionó la Ley 4.349 que establecía un beneficio previsional para empleados públicos del Estado nacional. Por aquel entonces, el presidente Julio Argentino Roca -que transitaba su segundo mandato- dispuso la creación de la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones, el primer instrumento que otorgó un ingreso para la clase pasiva.
Con el impulso de dicha normativa en el Congreso, Roca se convirtió en el mandatario que dio inicio a la era de la política social en la Argentina.
En aquellos años, la asistencia y previsión social estaba bajo el ala de las asociaciones de socorros mutuos, una especie de “obra social” que estaba bajo el control de comunidades de italianos, españoles y otras nacionalidades que buscaba cubrir las necesidades cotidianas de la población más empobrecida.
Con la Ley 4.349, el Estado nacional empieza a otorgar seguros a la vejez a los estatales, los maestros, los empleados del Banco Nación y del Banco Hipotecario, personal judicial y de los Ferrocarriles Nacionales. Las cajas jubilatorias se acordaban entre el Estado y los sindicatos -en algunos casos con empresas privadas-, y las cotizaciones se hacían bajo la base de aportes tripartitos. Eran estas cajas las que fijaban el monto de los aportes, como la edad jubilatoria.