Uno de los cinco imputados con prisión preventiva por el asesinato de la sargento de la Policía provincial, Romina Beatriz Rodríguez en Garupá el 2 de junio de 2020, fue beneficiado ayer con la excarcelación extraordinaria. Se trata del sospechoso al que le encontraron la pistola con la que atacaron a la joven madre de un niño de 6 años y gestando un embarazo de seis meses.
El juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, ordenó ayer la liberación y que siga supeditado al expediente, pronto a ser elevado a juicio, según las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN.
En diciembre pasado fueron los cinco detenidos quienes recibieron la imputación formal y la prisión preventiva como presuntos participantes del asesinato de la sargento de Policía de 27 años, baleada en su vivienda durante la madrugada del martes 2 de junio en el barrio Horacio Quiroga de Garupá.
Fueron imputados bajo la calificación de “homicidio criminis causa”, matar para ocultar otro delito, en este caso un presunto robo. Los sospechosos tienen 18, 19, 22, 29 y 39 años, todos con domicilio o vivienda en barrios próximos al del ataque.
En el caso del liberado ayer, fue el último en ser ubicado y detenido y se sospecha que fue quien les entregó, alquiló o prestó el arma, la pistola nueve milímetros, para cometer el robo durante la madrugada del día mencionado.
El arma homicida habría llegado a manos de uno de los detenidos momentos antes que se reunieran a beber y pergeñar el robo.
La Justicia baraja que en esa Reunión tramaron el golpe: ingresar a la vivienda de la joven policía en el barrio Horacio Quiroga y quedarse con el dinero que pensaban tenía la víctima porque su vivienda estaba en refacción y ampliación. Parte del botín que imaginaron incluyó el arma oficial de la suboficial quien estaba a punto de solicitar licencia por maternidad, ya que cursaba el sexto mes de embarazo.
La excarcelación se produjo basada en que no habría vínculo, evidencia o pruebas, directas del sospechoso en la ejecución del homicidio. Que el arma pudo haberla obtenido luego del ataque bajo presunta buena fe, o se la dieron para ocultar
Una vez conocida la muerte de Rodríguez, la investigación de la Dirección Homicidios y pesquisas de la Unidad Regional X derivó en la sospecha de los cuatro jóvenes todos con domicilios cercanos al lugar del hecho, Nuevo Garupá, Santa Clara y Ñu Porá.
Vale recordar que la pistola nueve milímetros Hi-Power de la víctima fatal fue descubierta no muy lejos de la escena del ataque, en la propiedad de un carpintero y changarán del barrio Ñu Porá en calle Los Teales, próxima a la colectora de la autovía de Acceso Sur a Posadas.
Romina Rodríguez prestaba servicio en la Dirección Judiciales de la Policía provincial, en el edificio de la Jefatura en el centro posadeño.
Fue asesinada de dos disparos, uno en la cabeza frente a su hijo de seis años en la vivienda que compartía con su pareja. Los agresores la ultimaron en un presunto intento de robo, una vez que su concubino salió a trabajar cuando asomaba el sol en la fría mañana otoñal.
El miércoles 10 de junio la policía halló el arma homicida en la vivienda del quinto sospechoso mencionado. Allí funcionaba un supuesto “aguantadero” de elementos robados, como motocicletas y motopartes, entre otros objetos de malhabidos para reventa.