“Falta alimento en el mundo”, se suele escuchar, lo que no siempre se sabe es que al alcance de la mano hay plantas y malezas comestibles que pueden hacer la diferencia en un momento difícil o simplemente ser un plato culinario nuevo a probar. El biólogo, docente, y especialista en flora nativa, José Radins, contó a PRIMERA EDICIÓN sobre estas plantas que tal vez, fueron vistas toda la vida por los misioneros, en su jardín, en su patio, en su potrero, en un descampado, y nunca supieron que eran comestibles.
“Hay una variedad de plantas comestibles, no tradicionales, hay un gran abanico de especies comestibles además de las especies frutales nativas que se consumen, otras plantas cuyas raíces y los tallos tiernos se pueden consumir, incluso algunos chef las usan para algún plato gourmet, o las comunidades originarias”, contó Radins.
Además, agregó: “Las malezas comestibles, que nacen en los jardines, en las huertas, en los patios de los colonos, algunos las combaten porque compiten con el cultivo, muchas son estacionales que aparecen sólo en primavera o sólo en invierno, el tema es que no se cultivan, muchas veces porque no se conocen”,
Explicó que en el Vivero de Especies Nativas del Ministerio de Ecología de la Provincia, ubicado en la reserva El Puma, se realizó un taller, hace unos días, solicitado por Agricultura Familiar, al que asistieron unas treinta personas.
Indicó que no hay una capacitación formal sobre este tema, sino que se solicita, “en el último taller hice toda una presentación sobre las malezas comestibles y luego realizamos una degustación de algunos de los productos que encontramos allí, plantas no convencionales de este sector, se mostró las especies que se pueden conseguir, hay un abanico de cincuenta especies, y salimos a caminar al vivero de especies nativas, les mostramos las plantas, tomamos muestras y se prepararon licuados y también se agregaron hojas verdes a una ensalada de fruta, parietaria que tiene gusto a pepino, mastuerzo, que es parecido al berro algo picante y penetrante, una maleza, un yuyo que crece en invierno”, explicó.
A tener en cuenta
Radins puntualizó que se debe tener en cuenta varios aspectos a la hora de recolectar y consumir estas malezas comestibles como por ejemplo “no recolectarlas de lugares contaminados, o donde haya signos de la presencia de animales domésticos. Evitar las áreas con basuras o desechos, si no se tiene completa certeza de la identidad de la planta que se pretende recolectar, es preferible no hacerlo, no se debe asumir que el aroma, color o, incluso, el sabor de una planta silvestre es un indicador de su propiedad comestible”, entre otros considerandos.
Entre las plantas comestibles Radins nombró algunas: “Diente de león, cerraja, ortiga, lengua de vaca, ortiga brava, llantén, palo borracho, y las flores de lapacho”, con estas plantas se pueden hacer distintas comidas, sólo hay que aprender a identificarlas para poder consumirlas.
Llantén receta
Las hojas del llantén son comestibles crudas o cocidas. Las hojas nuevas se consumen crudas en ensaladas, mientras que las hojas maduras usualmente se comen cocidas, debido a su sabor amargo en sopas, salteados, rellenos para tartas, empanadas, pastas rellenas, soufflés, preferentemente en mezclas de hierbas.
+50
especies de flora nativa son comestibles y crecen en distintos lugares como jardines, canteros, potreros, etc.
Flor de Lapacho
La Flor del Lapacho
“Estamos en plena floración del lapacho, la flor es comestible, no sólo para decorar platos o para ensaladas sino también en empanadas, se la empana como la milanesa, en lugar de carne se usa la flor, sólo el conjunto de pétalos”.