Cuando entro en silencio, el mundo entero entra en silencio.
Cuando estoy en la calma, todo se calma.
Cuando entro en la alegría todo se torna alegría.
Así somos.
El mundo externo es un espejo del interno.
Resuena nuestro entorno espejando nuestro interno y cuando lo miramos sabemos qué es lo que llevamos. Muchas veces sólo lo podemos ver a través de lo que se manifiesta fuera.
Para modificarnos necesitamos una aspiración ardiente unida a una estricta disciplina. Esculpir nuestra personalidad no es sencillo. Desapegarnos de nuestras limitaciones condicionantes tampoco. Ellas son nuestro espejismo.
Disciplina en los pensamientos, disciplina en las emociones, disciplina en el físico.
Disciplina, pureza y trasparencia hacen que nuestro mundo interno se limpie. Al purificar nuestro interior el mundo objetivo comienza a responder a ese nuestro alineamiento. Estamos centrados y todo responde a ese orden. ¡Cultiva tu vida!
En un mundo subjetivo, desordenado, no puede entrar la luz.
En una mente ruidosa sólo reina la oscuridad.
Para que se pueda hacer la luz somos nosotros los que tenemos que hacer un espacio a través de la limpieza de nuestro mundo interno.
Alinear nuestro cuerpo físico a través de buenos hábitos, comida y ejercicio saludables nos activa. Esa puesta en marcha nos permite contactar nuestras emociones, las cuales pueden ser purificadas a través de la respiración.
Respiración aplicada a una práctica y disciplina cotidiana podrán alinear nuestra mente.
Una mente aplicada a la respiración comenzará a producir los ajustes necesarios para que la luz tan anhelada nos habite.
Respira, ten paciencia .Verás los resultados con el tiempo. De la misma manera que en tu jardín la semilla no da sus frutos inmediatamente, nosotros somos iguales.
Ten paciencia, suma días con humildad en tu jardín interno y a su debido tiempo tu conciencia se contactará y comenzará tu inevitable viaje hacia el camino espiritual.
Que los dioses te acompañen! Cultiva cada día el gusto por lo bueno, de a poco comenzaras a contactar con tu ser…él se encuentra en tu interno, al igual que el genio de la lámpara esperando ser despertado por tu anhelo más profundo…Conocer tu alma.