Las circunstancias externas pueden despojarnos de todo, menos de una cosa: la libertad de elegir cómo responder a esas circunstancias.
Viktor Frankl cuenta en su historia cuando paso por el campo de concentración cómo allí perdió todo y él mismo se usó como paciente en su trabajo de investigación, preguntándose ¿qué hacía que no se tirara a una de las cercas electrificadas y terminara con su vida?
Así fue estudiando el comportamiento humano y cómo había algo que hacía que algunas personas decidan vivir y otras morir. Lo explica en su libro: “El hombre en busca de sentido”.
Aunque no estemos en esas situaciones extremas nosotros también vivimos momentos donde nos replanteamos el sentido de nuestra vida, ¿qué es lo que nos mantiene vivos? ¿Por qué decidimos vivir? Hoy esta pandemia que nos tocó vivir ayudó a reflexionar acerca del sentido de nuestra vida.
Llegamos a cierta edad donde vemos situaciones que se repiten una y otra vez, encontramos cosas, ya sea la familia, pareja o situación económica para angustiarnos o preocuparnos y dejamos de vivir y ver realmente cuál es nuestro propósito. ¿Para qué hemos sido creados?
Pareciera que en esta época hemos sido creados para consumir. Pasando largas horas buscando qué comprar, cambiando cosas nuevas por algo más nuevo y así seguimos entretenidos, mientras tanto la vida se nos pasa.
Estamos metidos en esta vorágine que nos fue impuesta, pero de a poco reflexionando, pensando en la vida y su finitud podemos ir viéndonos y eligiendo otra forma que nos ayude a ver nuestro interior y con ello nuestros deseos, alegrías y tristezas.
Hace un tiempo me daba vergüenza hablar de esto, porque me decían: “¡nadie piensa en eso!”. Pero creo que ha llegado el momento de hacerlo.
Hoy para mí, esto es mi verdad, sé que no fui creada solo para acumular cosas materiales, tengo dones y talentos que me fueron dados para compartirlos, el propósito de mi vida está ahí, en ayudar a otros en lo que sé hacer.
Pensemos: ¿Cuál es tu talento? ¿En qué te sentís útil y feliz? ¿En qué se te pasa la hora y no te das cuenta? Pocas libertades tenemos en este mundo, pero la que si tenemos es hacernos dueños de nuestra vida, de elegir ver cómo reaccionamos y respondemos a lo que la vida nos trae.
Hoy puede ser un buen momento para pensar en esto, a veces vivimos tan en automático que creo que a veces nos olvidamos que estamos acá de paso. Que Dios los bendiga.