Fue una revolución. Ni bien se enteraron que estaba armando las valijas, los vecinos de Villa Tuichá de Oberá se acercaron para saludar y desearle el mayor de los éxitos a Mahira Bergallo (19), la atleta del barrio que representará al país en los Juegos Paralímpicos de Tokio.
La atleta misionera viajó anoche hacia Buenos Aires, adonde se quedará hasta el próximo miércoles cuando emprenda camino a la capital japonesa, junto a todo el equipo paralímpico argentino que va a competir en los Juegos. “No me imaginaba estar viviendo este momento”, dijo la joven a EL DEPORTIVO.
En junio pasado, el Comité Paralímpico Internacional (CPI) decidió que Mahira se merecía estar en Tokio debido al desarrollo competitivo que había tenido en la última temporada. Fue el único cupo que avaló el CPI, de los tres que había pedido el paraatletismo nacional. La noticia la recibió su entrenador, Jorge “Chino” Flores, quien después la llamó para comunicarle que representaría al país en la cita paralímpica, en la disciplina de lanzamiento de bala.
Desde entonces, arrancaron con la preparación a full pensando en Tokio. “Apenas nos enteramos, ya empezamos a planificar los entrenamientos”, contó Mahira.
“La primera semana fue fuerte, hasta con tres turnos en un día. A la semana siguiente bajamos las cargas y nos enfocamos más en el lanzamiento. Trabajamos en la técnica, no cambiamos nada porque no teníamos mucho tiempo, pero sí trabajamos en algunos detalles”, agregó.
Mahira competirá en el estadio Olímpico de Tokio el próximo 2 de septiembre, desde las 21 (hora argentina), en la final de lanzamiento de bala.
El objetivo es mejorar la marca de 7.76 metros que mantiene en la actualidad. “Sé que la medalla está un poco lejos pero por ahí se puede dar, mi meta es mejorar la marca”, relató. La rival a vencer será una atleta ucraniana, que tira casi 12 metros, pero debajo de ella Mahira entra en un pelotón que puede pelear por un lugar en el podio. “Yo estoy sexta a nivel mundial de mayores y primera a nivel juvenil”, relató la obereña.
En la previa al viaje, también hubo que hacer todo lo que dicta el protocolo: hisopado 92 y 48 horas antes de viajar, Mahira completó formularios y se tuvo que bajar aplicaciones que utilizan únicamente los atletas y que les permiten ingresar a Tokio y a la Villa Olímpica, la que será su hogar durante los 15 días que esté en la capital nipona.
Ya en la previa, y con los Juegos a la vuelta de la esquina, Mahira prefirió no mirar mucho lo que pasaba en Tokio durante la participación de los convencionales. “Me generaba mucha adrenalina y un poco de miedo. Es mucha la presión, entonces decidí apagar todo y no mirar nada para evitar esa carga mental”, remarcó.
Ya falta poco para los Juegos Paralímpicos y Mahira estará allá. Se lleva en la valija todas las ilusiones y los saludos de los vecinos que se acercaron hasta su casa para desearle el mejor de los viajes y el mayor éxito. Cuando esté en el estadio Olímpico, todo un barrio tirará esa bala con ella.