Telecom presentó Encuentros 4.0 un ciclo virtual que propone explorar el rol de la tecnología y la digitalización en el ámbito de la Justicia, de la mano de expertos del derecho.
En esta primera edición, titulada “Hacia la Justicia del Futuro”, se analizaron los desafíos y oportunidades en dos de los aspectos más innovadores del proceso jurídico: la implementación de la virtualidad en audiencias formales y la aplicación de Inteligencia Artificial en los procesos judiciales. Dirigido al público judicial y académico legal.
El rol y relevancia de las tecnologías de la información y la comunicación (TICS) quedó en evidencia a partir del contexto sanitario iniciado en 2020, donde se aceleró la transformación digital de las organizaciones, tanto en el sector privado como público.
Como parte de una de las industrias que es pilar fundamental para el desarrollo social y económico del país, Telecom participa activamente de la comunidad, acercando nuevas experiencias y soluciones tecnológicas que facilitan la vida digital.
Este ciclo se propone visibilizar esta transformación y los cambios en la forma de gestionar la Justicia donde la tecnología y la digitalización son los ejes centrales en este proceso.
Con la conducción de la periodista María Eugenia Duffard, participaron del encuentro importantes personalidades vinculadas con el mundo de la justicia: Cafferata Nores, Profesor de Derecho Procesal Penal de la Universidad de Córdoba; Virginia Simari, Jueza Nacional en lo Civil, Directora del Instituto Superior de la Magistratura; Andres Velazquez, Experto en Ciberseguridad y Ciberdelito, Fundador de MaTTIca; Roberto Bunge, Director de la carrera Ingeniería en Inteligencia Artificial en la Universidad de San Andres; Patrick Penninckx, Director del Departamento Sociedad de la Información del Consejo de Europa; Mario Adaro, Ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, Presidente del Instituto de Innovación, Tecnología y Justicia; Carlos Rivolo, Presidente de la Asociación de Fiscales y Funcionarios de la Nación; Ariel Ariza, Presidente de la Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial, y Aida Tarditti, Presidente de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina.
Uno de los ejes temáticos que atravesó este encuentro es la presencialidad física como concepto jurídico y de valor constitucional que es parte del código procesal y los tratados internacionales. Este concepto requiere hoy de una interpretación progresiva, que permita adaptarlo a la realidad actual y de un marco de legalidad y validez. Esta interpretación aún tiene detractores, y divide a juristas, tribunales y especialistas en derecho.
Con respecto al cambio cultural que lleva consigo este nuevo paradigma, los especialistas coincidieron que tanto en el ámbito académico como en las magistraturas se están priorizando las capacitaciones y los estudios sobre evolución tecnológica y alcance de la IA.
Se requiere un trabajo multidisciplinario entre los especialistas en tecnología y los especialistas en derecho para que la respuesta de la justicia sea la adecuada. El factor humano, que puede evaluar matices, no debe ser sustituido, pero si mejorar las prácticas aportando eficiencia y agilidad, con la colaboración de las herramientas tecnológicas.
La figura de un juez robot, articulado a partir de software predictivos sustitutivos de operadores judiciales en casos de fácil resolución, basados en Inteligencia Artificial, es otro de los aspectos que se están debatiendo hoy en la Jsticia.
La inteligencia artificial se basa en sistemas de software capaces de realizar tareas que replican las actividades cognitivas humanas gracias a algoritmos que emulan estas tareas. Pero también pueden superar las actividades humanas, debido a la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos y realizar predicciones. Sigue lineamientos de diseño, prueba y verificación, como cualquier otro sistema informático diseñado por los humanos.
La Argentina está liderando en Latinoamérica la aplicación de inteligencia artificial para justicia, a partir del desarrollo de aplicaciones del Instituto IALAB. En la actualidad se están llevando a cabo diecisiete pruebas piloto en distintas partes del país interviniendo en procesos que son de bajo riesgo como monitoreos tributarios, viales, generación de documentos automatizados (cedulas, notificaciones), alertas, asistencia ciudadana con chatbots y detección inteligente de documentos, entre otras.
Otra de las aristas que recorrieron el encuentro es la construcción de la confianza sobre los desarrollos tecnológicos y el entrenamiento de los sistemas predictivos como pilares fundamentales para ofrecer garantías de legalidad del proceso. Es necesario profundizar sobre los dilemas éticos y la responsabilidad civil, que en la Justicia se va a traducir como transparencia jurídica, el modo de trazabilidad de la toma de decisión, el control, y la explicación humana humana que pueda ofrecerse sobre el proceso y la toma de decisiones.
Europa es la referencia ética normativa del mundo, y hoy está tomando un modelo de escalas de riesgo para que el desarrollo algorítmico no tenga freno en la innovación. Para la Justicia que es una actividad de alto riesgo, esta tecnología se puede aplicar en actividades seriadas, repetitivas, que no requieran de una actividad cognitiva profunda, para así agilizar los procesos. Aunque tomar decisiones rápidamente no es suficiente para garantizar una buena Justicia. La calidad de la Justicia impartida es igual de importante, y requiere la garantía de independencia e imparcialidad en las decisiones.
Uno de los mayores desafíos que plantea la transformación digital y en particular la aplicación de inteligencia artificial es el gobierno de datos para el procesamiento de la información de manera sistemática y productiva. Los grandes volúmenes de información son la materia prima sobre los que puedan operar los software inteligentes, y para eso es necesario un pasaje efectivo hacia expedientes electrónicos que reemplacen a los expedientes en papel.
Los especialistas coincidieron en destacar que la generación de protocolos de actuación y cambios en la legislación vigente son sin dudas requerimientos fundamentales para que las nuevas tecnologías tengan aplicación en el ámbito judicial, con un marco de validez, objetividad y legalidad de los elementos de prueba.
Una vez superado el marco de emergencia presentado por el contexto sanitario se vuelve imprescindible profundizar reflexiones para entender cuál va a ser el modo de convivencia de la virtualidad y la presencialidad en la justicia, y poner el acento en las fortalezas y debilidades de la tecnología para avanzar en un modelo integral.
La tecnología es vital para atravesar el cambio paradigmático pero se requiere reflexionar ideas y explorar experiencias. Tanto las Audiencias Virtuales como la Inteligencia Artificial aplicada a procesos judiciales forman parte de esta experiencia disruptiva, con gran potencialidad para mejorar el intercambio y la gestión que impulsan los cambios estructurales.
Telecom continúa acompañando la trasformación en las instituciones, así como acompaña y potencia la vida digital de las personas.