Cambio de rumbo drástico pero no abandono de la investigación. El juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo excarcelaría hoy viernes a la pareja detenida el pasado martes 3 de agosto en una vivienda de la zona oeste de Posadas tras la denuncia por “abuso sexual y corrupción de menores” que realizó una mujer, familiar de las dos presuntas víctimas de 10 y 7 años.
Las niñas declararon ayer en Cámara Gesell y no dieron ningún indicio ni sospecha de que fueron víctimas de los delitos contra la integridad sexual mencionados.
El relato ante los peritos del Cuerpo Forense del Poder Judicial fue preciso y rechazaron haber sido abusadas por su madre biológica y por su padrastro.
Tal como adelantó PRIMERA EDICIÓN en exclusiva, con el testimonio de las dos niñas se despejarían las dudas en torno a los delitos que se investigan, principalmente en relación a la mujer de 38 años y su actual concubino de 39, ambos aprehendidos hace diez días.
Fuentes consultadas por este Diario adelantaron que la libertad de ambos será supeditada a la causa mientras se investigan varios puntos más, entre ellos, si hubo falsa denuncia de la familiar directa de las menores para acusar al padrastro y madre de las menores, pero también para determinar si no existe otro tipo de delito detrás de la presentación ante la fiscal de Instrucción 1, el lunes 2 de agosto.
Restará determinarse durante las próximas horas si la defensora de menores aprueba la restitución de las niñas al vínculo que tenían en la vivienda del barrio Yacyretá.
Madre y padrastro fueron acusados por los delitos de “abuso agravado y corrupción de menores”. Las víctimas serían las mismas niñas que padecieron abusos por parte de su padre biológico, quien hoy cumple condena por tales delitos.
La fiscal de Instrucción 1, Amalia Benedicta Spinnato recibió la denuncia esta vez por parte de una tía de las menores que se presentó y aseguró que escuchó la propia confesión o reconocimiento de la progenitora de las menores de los abusos. Esta le solicitó primero ayuda para cambiarse de culto evangélico porque lo que habría cometido la “llevaría directo al infierno”, “no se lo perdonaría Dios”.
Siempre de acuerdo a lo expuesto ante las autoridades judiciales, la ofensa que reconocía por supuestos religiosos, consistiría en sendas violaciones a los artículos 119 y 125 del Código Penal Argentino, en este caso agravados por su vínculo, son las hijas, pero que también alcanzarían a su actual pareja o padrastro de las menores.
Las detenciones se tramitaron rápidamente ante el juez Marcelo Cardozo y se concretaron a las 17.30 del 3 de agosto con efectivos de la Comisaría de la Mujer y de la comisaría Sexta (Unidad Regional I). El procedimiento fue cuidado y sin que se produzcan incidentes.
Las menores fueron puestas a resguardo y pocas horas después se confirmó que no presentaban lesiones genitales compatibles con abuso sexual.
Según la denunciante de 56 años, la progenitora le relató que se reconocía culpable de “incesto” y que las víctimas fueron sus hijas.
En indagatoria, oportunamente, ambos imputados rechazaron las acusaciones y apuntaron a que todo era una mentira de la denunciante.